Todo esto suena muy bien en papel, pero cómo podemos convertir esta posibilidad en una realidad si en Latinoamérica solo el 26% de las mujeres ocupa cargos gerenciales y solo el 18% está en cargos directivos, esto de acuerdo al estudio
When Women Thrive de Mercer
, por ello debemos de comenzar a enlistar los beneficios de contar con más mujeres como parte del consejo directivo de las empresas y no solo enfocarnos en los retos, sobre todo si consideramos la importante participación que podemos tener para alcanzar objetivos de sostenibilidad que tanto están llenando las agendas corporativas.
Algunos de los beneficios de contar con mujeres en un consejo directivo es que pueda integrar distintos puntos de vista para la solución de problemas o la creación de nuevos productos y servicios, así como trabajar con un enfoque distinto en la creación de programas y establecimiento de objetivos.
Por poner un ejemplo, las empresas que han incorporado iniciativas a favor de la diversidad de género han logrado aumentar sus beneficios entre un 5% y un 20%, esto de acuerdo a un informe
Las mujeres en la gestión empresarial
realizado por la Organización Internacional del Trabajo.
Y vamos por buen camino, de acuerdo al estudio
Panorama Laboral 2022 de América Latina y El Caribe
realizado la Organización Internacional del Trabajo, a nivel regional la recuperación del empleo femenino tras la pandemia ha exhibido una intensidad mayor a la experimentada por el empleo masculino. Mientras que para las mujeres la tasa de ocupación aumentó 24% entre el segundo trimestre de 2020 y el tercer trimestre de 2022, para los hombres ese incremento fue de 18%.
Sin embargo, a pesar de este comportamiento favorable, la brecha continúa siendo elevada. En el tercer trimestre de 2022 la tasa de participación laboral femenina regional fue 51%, 23 puntos porcentuales inferior a la de los hombres (74%). Kristalina Georgieva, Directora del Fondo Económico Mundial (WEF), lo clarifica muy bien afirmando que al cerrar la brecha de género se podría incrementar en
un 35% el PIB en países con mayor desigualdad
.
Creo firmemente que el papel de la mujer no solo es clave, es fundamental para las organizaciones del futuro, no me cabe duda que en 10 años habrá un incremento considerable de mujeres en posiciones de liderazgo, veo a las mujeres liderando estrategias puntuales para fortalecer la resiliencia ante los riesgos climáticos, sociales de gobernanza corporativa, veo a las mujeres promoviendo equipos de trabajo altamente eficientes y altamente diversos y equitativos pero también veo a mujeres que puedan contestar que están bien y que eso las impulsó a lograr su propio éxito.
Nota del editor: Claudia Maya es Directora de Recursos Humanos de Marsh para Latinoamérica y El Caribe. Síguela en LinkedIn. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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