¿Realmente es posible ser una superwoman?

También subrayó que, tanto en el entorno laboral como en el familiar, es válido decir “no”, “necesito ayuda”, “esta vez no puedo” o “estoy agotada”, cuando así se requiera.

“Hemos contribuido nosotras mismas a construir el estereotipo de la mujer exitosa —por llamarlo así— que todo lo puede, todo lo resuelve y siempre está al 100. De alguna forma, lo hemos comprado, pensando: si, eso me toca a mí, tengo que demostrar que puedo”, comentó.

Durante el panel “Adiós a la superwoman”, advirtió que esta situación se repite especialmente en ambientes laborales, donde las mujeres, por compromiso o presión interna, aceptan proyectos sin cuestionarse si es sostenible, lo que puede llevarlas al agotamiento extremo.

Agregó que no todo tiene que “estar al 100” todo el tiempo; delegar y confiar en los equipos es parte esencial del liderazgo. “Hay que soltar la rienda, permitir que el equipo lo haga a su manera y aceptar que las cosas pueden fluir de forma distinta”, dijo.

Asimismo, destacó que en INTERprotección , el 51% de las personas que integran el equipo son mujeres, una cifra alcanzada de forma orgánica, sin necesidad de establecer cuotas. El desarrollo profesional se ha impulsado con base en la meritocracia, sin importar el género. Desde su perspectiva, “el talento no tiene género, se construye y se trabaja”.

Finalmente, Arreola subrayó que una cultura organizacional basada en la meritocracia permite conformar equipos más diversos y eficaces, al integrar a las personas correctas en los lugares adecuados.