(Expansión Mujeres) - Las emprendedoras en los campos de la salud y la sostenibilidad enfrentan desafíos y oportunidades únicas, al mismo tiempo que buscan tener un impacto positivo en el mundo. Estas áreas son especialmente propicias para el ecosistema de startups con conciencia social, ya que abordan algunos de los problemas más importantes que enfrenta la sociedad hoy en día. Sin embargo, emprender es difícil y lo puede ser aún más para las mujeres jóvenes.
Jóvenes emprendedoras lideran la nueva generación de empresas conscientes
Ir cuesta arriba
Uno de los principales desafíos que enfrentan las emprendedoras en salud, sostenibilidad y tecnología es la falta de representación y visibilidad. A pesar de que las mujeres conforman una gran parte de la fuerza laboral en estos sectores, están subrepresentadas en posiciones de liderazgo, incluso en el mundo de las startups que, en teoría, buscan romper con paradigmas establecidos.
No obstante, algo que las jóvenes emprendedoras están cambiando es la definición de competitividad. Las nuevas generaciones no hablan de competir en términos de alcance de proyectos o de ser mejor que la competencia; ven en esta definición una línea muy clara que implica crecer juntas y crear redes de apoyo para ser mejores.
Las emprendedoras se apoyan porque saben que escalar en un mundo en donde las empresas exitosas están lideradas por hombres, es doblemente retador, pero juntas y sumando experiencias y esfuerzos, la escalada se da de forma más ágil.
Mismo caso cuando se trata de recibir financiamiento, los fondos buscan certidumbre y empresas escalables, ahí la premisa es que el founder sea habilidoso y tenga experiencia, y las y los jóvenes llevamos la de perder. De modo que la combinación mujer y joven no siempre es la mejor. Pero poco a poco esta premisa se está revirtiendo porque las nuevas generaciones de emprendedoras están demostrando que juventud no es falta de experiencia, es innovación, constancia y pasión.
Tomar las oportunidades que se presentan
A pesar de estos desafíos, también hay muchas oportunidades para las emprendedoras, particularmente en salud y sostenibilidad. Estas industrias crecen rápidamente; con ello, aumenta la demanda de soluciones innovadoras y responsables socialmente. Las mujeres deben liderar estas áreas, ya que a menudo aportan perspectivas y enfoques únicos para resolver problemas.
Por ejemplo, las mujeres son más propensas a priorizar las necesidades de las comunidades marginadas, así como enfocarse en temas como el acceso a recursos y derechos. En ese sentido, se pueden desarrollar productos y servicios que realmente satisfagan las necesidades de las personas y grupos históricamente soslayados.
Además de todo lo anterior, es una buena estrategia invertir en empresas lideradas por mujeres. De acuerdo con datos de McKinsey & Company, las empresas con mujeres en posiciones de liderazgo tienden a ofrecer mejores resultados. Asimismo, las empresas con equipos de liderazgo más diversos son más innovadoras y adaptables; precisamente, porque hacen a un lado los esquemas preestablecidos en una industria.
¿Qué hace falta?
Una forma de apoyar a las emprendedoras es brindarles acceso a redes y oportunidades de mentoría altamente efectivas. Esto puede ayudar a conectar con otros líderes empresariales exitosos y aprender de sus experiencias, en particular si se trata de otras mujeres que pueden fungir como inspiración y ejemplo a seguir.
Las emprendedoras jóvenes también han alzado la mano en temas específicos como la necesidad de contar con aceleradoras e incubadoras con enfoque de género, es decir, espacios de encuentro en donde se aborden los retos específicos de las mujeres y se impulse a sus proyectos.
No se trata de un tema de ‘sólo mujeres’ porque sí; sino de la importancia de impulsar proyectos que tienen menos visibilidad solo porque detrás de ellos hay una joven que quiere cambiar al mundo. Las emprendedoras están despertando y cada día estamos más unidas y somos más fuertes: nuestro súper poder es la unidad y con ello estamos trazando la ruta de empresas más conscientes y equitativas en beneficios de todas y todos.
Nota del editor: Tamara Chayo es CEO y fundadora de MEDU Protection. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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