(Expansión Mujeres) - En los últimos años, el tema del agotamiento ha recibido mucha atención. El vivir en un mundo de inmediatez nos ha provocado un nivel de exigencia muy alto y las mujeres nos hemos visto en la necesidad de adaptar nuestras habilidades para demostrarle al mundo que podemos hacer lo necesario para ascender a la cima de la escalera corporativa, sin importar nuestro costo mental o físico.
Ayudemos a nuestras mujeres contra el agotamiento
Si bien es cierto que es un problema que afecta tanto a hombres como a mujeres, nuevos datos sugieren que puede estar aumentando mucho más rápido entre el sector femenino. El último informe Women in the Workplace, de Mckinsey, nos deja ver que la pandemia continúa cobrando un alto precio a las mujeres: el agotamiento. Este ha alcanzado niveles alarmantemente altos y ha forzado a muchas de ellas a buscar ámbitos más flexibles, cambiar de trabajo o en ocasiones hasta dejar por completo la fuerza laboral.
Una de las consecuencias de la crisis sanitaria fue someter a las trabajadoras a altos índices de presión, jornadas laborales extendidas por el home office y el aumento de trabajo. Esto desencadenó y elevó el estrés laboral, dando paso al burnout, factor que amenazó con socavar la resiliencia tanto de los individuos como en las organizaciones.
A diferencia del estrés, el burnout genera un daño profundo para el cual es necesario someterse a un tratamiento médico más acentuado. Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) colocan a nuestro país en el primer lugar en estrés laboral, por encima de naciones como China y Estados Unidos. Los índices señalan que ocho de cada 10 trabajadores están emocionalmente agotados y estresados en diferentes sectores, entre ellos la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Estos factores ocasionan pérdidas de hasta 16 millones de pesos a las empresas, según la consultora Aon.
Este síndrome genera problemas físicos como como dolor de cabeza, cansancio constante y prolongado, malestar estomacal (gastritis, colitis), tensión y dolores musculares. También caída del cabello, cambios en el peso corporal sin aparentes causas y problemas en la piel, entre otros.
Asimismo, llega a desencadenar daños psicológicos como angustia e irritabilidad, ansiedad, falta de motivación, insomnio y depresión. Todo lo anterior en detrimento de la productividad del empleado y de la organización para la cual presta sus servicios.
Existen tres componentes clave para detectarlo: el aburrimiento, el desinterés y la infra exigencia. Otro de los factores es que, en ocasiones, las colaboradoras sienten que su posición en la empresa ya no representa un reto; sienten que sus capacidades están siendo desaprovechadas.
Afortunadamente, el burnout es un tema que las compañías tienen como prioridad y muchas de ellas ya cuentan con programas de bienestar y herramientas que pueden ayudarnos a reducir esta problemática, sin embargo, desde nuestro lado podemos implementar algunas prácticas y hábitos que nos pueden facilitar la forma en que abordamos el estrés:
1. Establece límites de forma clara. Para ello, debes tener un profundo autoconocimiento para poder saber qué es lo permisible en tu vida. Por ejemplo, cuando pienses en una situación laboral, siente qué emociones te produce esta situación, y date cuenta si necesitas fijar un objetivo o un límite.
2. Ponte metas realistas. Como líderes solemos trabajar bajo esquemas de objetivos personales, laborales y de salud. La cuestión es que cuando fijamos metas muy por encima de lo que podemos lograr nos podemos sentir abrumados y desmotivados.
3. Si tienes mucho tiempo disponible, aprovéchalo para capacitarte y pulir tus áreas de oportunidad; hay muchas opciones disponibles en las que puedes avanzar a tu ritmo, así evitaras el aburrimiento.
4. Aprende técnicas de reestructuración cognitiva para combatir los pensamientos intrusivos de inutilidad y de poca valoración de lo que haces, y que te conducen a una baja autoestima. Para ello se utilizan muletillas mentales como, “Esto que hago es importante” o “Estoy haciendo bien mi trabajo”, etc.
5. Nunca olvides tu cuidado personal, es uno de los factores más importantes. Tener una rutina de autocuidado es uno de los factores más importantes, ya que reduce el estrés y renueva tu energía. Además, el cuidado personal incrementa tu productividad, felicidad y empodera la toma de decisiones.
Iniciando el 2023 en nuestro país entró en vigor la reforma para ampliar las vacaciones a 12 días de descanso pagados, el cual aumentará gradualmente hasta llegar a 32 días para las personas que tengan entre 31 y 35 años de antigüedad en la misma empresa. Este es un paso positivo en busca de mejorar las condiciones de trabajo de nuestro principal activo: la gente.
Debemos recordar que nuestra prioridad siempre será nuestra salud, aprendamos a reconocer nuestros límites y expresarlos de manera asertiva.
Nota del editor: Patricia Barra es Head of Wealth LatAm Aon. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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