Afortunadamente este tema ha cobrado más relevancia e importancia en los últimos años. Las corporaciones cada vez se vuelven más conscientes del mismo y, ayudado de algunas normativas (como la NOM 035), se ha venido implementando y tomando acciones al respecto; sin embargo, aún nos queda camino por recorrer, pero sobre todo por hablar para combatir los tabúes que existen al respecto.
Ahora bien, aprovechando que comenzamos un año nuevo, siempre es bueno detenernos a reflexionar sobre distintos aspectos de nuestras vidas y uno que hoy invito a hacer es precisamente sobre nuestra salud mental y emocional. ¿Qué tan frecuente estamos estresadas, nos sentimos agotadas, de mal humor, ansiosas, tristes o sin apetito?, ¿identificamos nuestros estados de ánimo de una forma correcta? Es decir, ¿cuántas veces tenemos muchos pensamientos y los bloqueamos haciendo muchas actividades para evitar abordarlos y enfrentarlos?
Como mencioné anteriormente, las mujeres somos más propensas a tener algún trastorno mental, como por ejemplo: la depresión. Aunque las razones no se conocen bien, los especialistas han detectado que los factores hormonales son las causas biológicas que parecen estar más implicados en la aparición de depresión, ya sea antes de la menstruación, durante el embarazo, postparto o por algún factor físico. Lo más importante es reflexionar y comenzar a hablarlo para pedir ayuda oportunamente. De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), más de 700,000 personas mueren cada año por suicidio, lo que representa una de cada 100 muertes registradas. Y el 58 % de estas, ocurren en gente menor de 50 años.
Hoy podemos comenzar con campañas informativas internas, en donde nuestros colaboradores se hagan más conscientes de esta situación y de cómo se sienten en el día a día.