No obstante, bajo este contexto, el emprendimiento femenino se reforzó y generó un impulso que ayuda a mostrar el camino de su recuperación económica y profesional. A pesar de las barreras, Latinoamérica se erigió como la región con mayor porcentaje de emprendimiento femenino del mundo, de acuerdo con el Informe Global 2020/2021 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM).
Por ello, hoy más que nunca se vuelve fundamental aprovechar esta contribución del género femenino en la economía mundial y acompañarlas en su progreso, ya que esto nos ayudará a tener una recuperación mucho más sostenible e inclusiva de cara al futuro.
Esta nueva generación de emprendedoras viene acompañada de un espíritu empresarial lleno de creatividad, resiliencia y talento que las hace únicas, apostando sus habilidades en diversos sectores como el educativo, financiero, tecnológico, capital humano, entre otros. Sin embargo, en su afán por obtener la independencia financiera y consolidar sus negocios, muchas de ellas invierten sus ahorros o, en ocasiones, hasta su patrimonio para mantener a flote sus proyectos.
Como es bien sabido, las mujeres tienen mayores dificultades para acceder a productos y servicios económicos con perspectiva de género, así como a esquemas de financiación claves como capital semilla o los fondos de capital de riesgo. Y no es que no existan, dado que hay una amplia gama de opciones en el mercado, sino que la falta de calidad y el hecho de que no se adaptan a las necesidades que requieren las emprendedoras, impide que sus negocios crezcan favorablemente.
Esta brecha no sólo se da a nivel de capital, también la podemos encontrar en la falta de redes de apoyo, tutorías, programas de aceleración, acceso a herramientas digitales, entre otros; por lo que, fortalecer su capacidades y habilidades de gestión empresarial, es una tarea primordial para estimular la presencia femenina como motor de desarrollo de Latinoamérica.
Capacitarlas en temas relevantes como lo son la transformación digital, cadenas de valor y el acceso al financiamiento, ayudará a mejorar la competitividad de las empresas y contribuirá en el impulso de la innovación y la calidad de estas.