Por un lado están los estereotipos de género que hacen que desde una edad temprana, las niñas y los niños seamos socializados de manera diferente en cuanto a finanzas. Es probable que de ti se esperara que prestaras más atención a las relaciones interpersonales y menos a las finanzas, mientras que quizá a los niños de tu familia se esperaba que fueran más lógicos y financieramente inteligentes.
Por otro lado, hacen falta más modelos a seguir que sean mujeres, ya que de lo contrario, esto puede hacer que nos sintamos menos cómodas al hablar sobre finanzas o buscar orientación financiera.
Pero ahora que eres adulta, necesitas dejar de echar culpas y ponerte en acción.
Y es que a nivel psicológico, sentirte en paz con la manera en que administras tus finanzas tiene muchos beneficios. Uno de ellos es que debilita el síndrome de la impostora que muchas mujeres en mayor o menor medida tenemos. Este síndrome es un fenómeno sicológico que nos afecta especialmente en entornos profesionales y académicos, donde sentimos que no merecemos estar allí y que eventualmente seremos descubiertas como impostoras.
Esta sensación limita nuestra capacidad para avanzar y alcanzar metas, por lo que es importante encontrar formas de combatir este síndrome. Y sí, adivinaste: una de ellas es a través de la educación financiera.
Tener educación financiera nos ayuda a adquirir una mayor comprensión y confianza en nuestra capacidad para manejar el dinero y tomar decisiones financieras importantes. Esto reduce la sensación de incompetencia y aumenta la autoestima, porque abona a un sentido de autonomía, es decir, nos sentimos capaces de elegir lo que es bueno para nosotras.
Cada vez que haces algo que te ayuda a manejar tu dinero de manera efectiva fortaleces la sensación de que tienes más control sobre tus finanzas y tu vida en general. Esto puede ayudarte a sentirte más segura de ti misma y más capaz de enfrentar desafíos en otros ámbitos de tu vida, lo que puede reducir tu ansiedad y ese miedo desgastante de sentir que serás descubierta como impostora.