Sin embargo, el señalamiento está relacionado a que muchas veces “creemos que sabemos algo” y la realidad es distinta. Ejemplo: cuando éramos niños, nuestras mamás nos decían que si nos portábamos mal vendría “el coco” por nosotros, pero ¿alguno vio realmente al “coco”?¿Sabemos cuál es su forma?¿Alguien le pagaba a este personaje para quedarse con los niños mal portados?Más allá de querer enaltecer a este personaje de la cultura popular como un emprendedor incomprendido, la realidad es que en muchas ocasiones no comprobamos la información que tenemos en nuestras manos y, por desgracia, tomamos decisiones sin tener una verdadera claridad.
Por ese motivo creo válida la siguiente pregunta, ¿en México tenemos o creemos que tenemos conocimientos de Educación Financiera?
¿Qué es la Educación Financiera?
Antes de empezar, es válido plantearnos otra pregunta: ¿qué es la Educación Financiera? Si nos vamos a las clásicas definiciones de libro de texto, podemos encontrar desde “saber del funcionamiento del dinero” hasta “el desarrollo de habilidades y conocimiento para entender el funcionamiento del sistema financiero”.
Si me preguntan, creo que tenemos que ir un paso más allá con la definición actual del concepto, porque no solo implica entender al sistema o cómo funciona, sino cómo es que se relaciona conmigo y cuál es el papel que yo desempeño.
La creencia no es conocimiento
Desde hace 10 años, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en conjunto con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, realiza una encuesta sobre Inclusión Financiera, en la que nos comparte datos sobre la evolución del crédito y el uso que le dan a diversos productos financieros todos los mexicanos.
Sin embargo, todo ese trabajo nos habla de la accesibilidad de las opciones que tienen los ciudadanos para adentrarse al sistema financiero y no nos habla de la calidad de su conocimiento.
En Nu México, se llevó a cabo un estudio con respecto a esta información y los datos son muy interesantes. Para empezar, resalta que apenas el 20% de la población dice tener un “alto conocimiento financiero”. Eso significa que apenas dos de cada 10 personas sabe qué hacer con su dinero. Ahora, si analizamos esto desde la perspectiva de género, vemos que el 24% de los encuestados hombres declaran tener un mayor conocimiento financiero. Cuando se trata de mujeres, apenas el 16% de las entrevistadas cree tener un alto conocimiento financiero. La brecha es, entonces, bastante evidente.
Si de por sí esos datos no son lo suficientemente alarmantes, resalta que la fuente principal de educación financiera para una persona son amigos y familiares, seguida de artículos y revistas y luego de influencers. Sólo el 11% de los encuestados dijo que el lugar donde adquirió este conocimiento fue en diplomados y maestrías.
¿Ven cómo el conocimiento heredado nos sigue influenciando?