A muchos años de distancia, todavía tenemos pendientes con la inclusión y la igualdad. En lo personal, siempre he sido un defensor de la dignidad de la persona, en el respeto de los derechos humanos y del valor del ser humano por lo que es y no por su género.
En esta entrega, me gustaría abundar en la importancia de darle a las finanzas personales una visión de género que abone a su fortalecimiento, creo que es muy relevante rescatar las grandes contribuciones que hacen las mujeres en esa materia en sus entornos.
Las mujeres son quienes menos acceso tienen a la educación financiera, los números no mienten, según la CONSAR, en 2021 solo el 39% contaba con una afore para el retiro y la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera arrojó que el 60% no lleva un registro de sus gastos.
Es fundamental insistir en fomentar la inclusión financiera que ofrezca las herramientas necesarias para administrar mejor los recursos y sobre todo, para lograr la tan anhleada independecia financiera. Es cosa de decidirse a empezar y como diría mi mejor amiga… ¡vamos, chicas!
Sé que insisto en cada colaboración que tengo en este espacio, pero la base del éxito es establecer un presupuesto, ello dará claridad para ver las entradas y salidas mensuales lo que garantiza un adecuado manejo de los recursos y otra cosa que permite es definir las prioridades.
Con ellas en mente se pueden definir metas financieras, ya sea de ahorro o inversión, incluso, contemplar la posibilidad de emprender. Las instituciones financieras ofrecen diversos instrumentos que se adaptan a tus necesidades, el chiste es decidirte a hacerlo y acercarte a los expertos.
Por otro lado, el manejo adecuado del crédito, también se convierte en una pieza fundamental, en particular para conocer la capacidad de endeudamiento y no sobrepasarla, se considera sano que las “buenas” deudas no pasen el 40% de los ingresos.
Así, el crédito se convertirá en un aliado estratégico para la materialización de tus sueños, como lo mencioné, además de poder acceder a instrumentos como créditos de consumo, hipotecarios o personales, podrías emprender tu propio negocio.