(Expansión Mujeres) - Actualmente, la demanda social apunta hacia la construcción de una sociedad más justa, democrática y equitativa. Esta necesidad no es ajena al sector legal, particularmente, a las firmas que prestan servicios legales. Tanto en México como en otros países existe un interés particular de fortalecer nuestra profesión desde la diversidad e inclusión, comenzando por formar personas no solo con pensamientos críticos, sino con un alto compromiso hacia la transformación social que promueva el acceso equitativo al mundo laboral.
La diversidad de género en los despachos legales, una demanda social
¿Qué se requiere para que las abogadas puedan desempeñar exitosamente su carrera en un despacho legal, sintiéndose valoradas, cómodas y seguras?, plantean Patricia Kaim y Montserrat Manzano.
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La diversidad, en su vertiente de género, requiere de una buena dosis de empatía hacia las mujeres. Y es que el reto al que nos enfrentamos las abogadas para lograr desarrollarnos en los niveles personal, profesional y familiar, dentro de un entorno laboral tradicionalmente liderado por hombres y en el que hay un desbalance de equidad, se torna desafiante para algunas e intimidante para otras.
Desde este enfoque, las preguntas que nos hemos formulado y que abordamos de manera concisa a partir de nuestra perspectiva y experiencia son las siguientes:
¿Qué nos impulsa como mujeres abogadas, hoy en día, a considerar laborar en una firma que preste servicios legales?
Lo que nos impulsa, al igual que a los abogados hombres, es la pasión por nuestra profesión, a ser ejercida con el ímpetu de lograr la excelencia, desempeñando la abogacía al máximo de nuestras habilidades de conocimiento y experiencia práctica, en un sector bien remunerado y de prestigio, teniendo la posibilidad de acceder a puestos de liderazgo que influyan positivamente en nuestro entorno social.
Aun y cuando nos impulsan los mismos objetivos, el entorno para lograrlos no es plenamente equitativo para hombres y mujeres. Aun así, es innegable que en la última década las condiciones laborales de las mujeres abogadas en las firmas legales, en general, han mejorado, además de que la idea antes inconcebible de formar una familia y, a la vez, alcanzar un puesto de liderazgo, mientras se concilian ambos intereses, se ha convertido en una realidad que ha permitido a nuestro género desarrollar un sinfín de habilidades que se traducen en fortalezas y hasta ventajas competitivas que debemos aprovechar.
Esta realidad ha inspirado e impulsado a más mujeres a formarse en el camino de la abogacía y a plantearse la posibilidad de ejercer su profesión en algún despacho legal que respete y promueva la diversidad de género.
No obstante, son pocos los despachos legales en México que ofrecen dichas condiciones. Alcanzar la equidad de género esperada sigue representando, para la mayoría, un largo camino cuesta arriba; esto debido al arraigo de estereotipos y dogmas en un entorno laboral históricamente masculino y, por ende, a la resistencia al cambio; por tanto, los retos a los que nos hemos enfrentado las mujeres abogadas siguen siendo dignos de elogio.
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¿Qué se requiere para que las abogadas puedan desempeñar exitosamente su carrera en un despacho legal, sintiéndose valoradas, cómodas y seguras?
Lo que se requiere es construir un modelo de negocio basado en la equidad entre hombres y mujeres. El primer presupuesto indispensable es generar una cultura sana al interior de un despacho legal, es decir, establecer lineamientos e implementar procesos para erradicar cualquier forma de violencia y discriminación contra las mujeres. Segundo, trabajar de manera constante para identificar, concientizar, y eliminar los sesgos conscientes e inconscientes hacia las mujeres abogadas. Estos son los desafíos más grandes a los que los despachos legales actualmente se enfrentan cuando se trata de generar las condiciones necesarias para atraer y retener talento femenino, que se sienta valorado, cómodo y seguro en su lugar de trabajo.
¿Por qué a este modelo de negocio le interesa contratar y retener abogadas?
Los modelos de despachos legales que no han integrado adecuadamente los principios de diversidad e inclusión están enfrentando un gran reto en la atracción de talento y retención de sus colaboradoras. Debemos recordar que, como prestadores de servicios, nuestros recursos humanos son nuestro activo más importante. Además, se ha demostrado que los despachos que tienen mayor diversidad generan mejores resultados a largo plazo. Según algunos estudios elaborados en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la reducción de disparidad entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral produce un crecimiento económico más rápido que no es excluyente a nuestra profesión legal. Y es que, hoy en día, un despacho legal deja de ser opción para quienes ya han interiorizado la diversidad como un valor social.
¿Cómo se benefician las empresas que reciben servicios legales de un despacho en el que existe pluralidad de hombres y mujeres?
Promover la equidad de género en los despachos jurídicos contribuye a crear un lugar de trabajo más diverso e integrado, pues cuando colaboran personas diferentes se logran aportar perspectivas y puntos de vista únicos. Esto conduce a una mejor resolución de problemas, una mayor creatividad y un trabajo en equipo eficaz, además de mejorar el clima organizativo y el ambiente laboral. Esto sin duda se refleja en una mejor atención a los clientes y en la adopción de soluciones más creativas.
En resumen, el reconocimiento mismo de las necesidades y prioridades de la diversidad de género, así como el establecimiento de lineamientos y políticas reales en materia de diversidad e inclusión en los despachos han contribuido al incremento en la participación de las mujeres en el ámbito de la profesión legal. Esto ha generado un impacto muy positivo y cambios importantes en el orden social, económico y cultural de nuestro país.
Nota del editor: Patricia Kaim y Montserrat Manzano son Socias de Von Wobeser y Sierra. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a las autoras.
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