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Seas madre o no, dignifica la menopausia

Quizá admitir que se está lidiando con los efectos de la menopausia podría parecer un signo de debilidad, el cual nos han enseñado a ocultar.
mar 26 septiembre 2023 05:59 AM
Seas madre o no, dignifica la menopausia
En este camino hacia la dignificación social de la gestión de la menopausia, todas las mujeres, madres o no, tenemos un papel importante que desempeñar. Rompamos el silencio, desafiemos los estereotipos y abracemos esta etapa con fuerza y valentía, apunta Adriana Castro.

(Expansión Mujeres) - De todas las etapas que vivimos las mujeres, la menopausia es un proceso que todas enfrentaremos en algún momento. Sin embargo, a pesar de ser una experiencia universal, la menopausia ha estado envuelta en un velo de vergüenza y estigma durante mucho tiempo. Hoy me interesa explorar cómo estos tabúes afectan nuestra calidad de vida desde el enfoque de la maternidad y la no maternidad.

Yo no soy madre pero pienso que para quienes sí lo son, el estigma tiene que ver con luchar en contra del ideal hegemónico maternal, que impone que las madres deben ser inagotables y cuidadoras incansables. Para ellas, quizá admitir que están lidiando con los efectos de la menopausia podría parecer un signo de debilidad, el cual nos han enseñado a ocultar.

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De lo que sí fui testigo fue cuando mi mamá se enfrentó al doble reto de lidiar con mi adolescencia mientras ella experimentaba cambios físicos y emocionales derivados de su proceso de menopausia. Recuerdo que me hablaba poco del tema, y hubo ocasiones en las que yo me mostré empática pero también hubo otras en las que creí que estaba exagerando. Realmente era mi ignorancia del tema la que me hacía mostrarme distante ante sus silencios.

Los años pasan y ahora que me acerco a la edad que tenía mi mamá comienzo a cuestionarme muchas ideas. ¿Qué hay de quienes no somos madres? ¿Experimentaremos la menopausia de una manera distinta? Claro, sería absurdo generalizar que todas las mujeres sin hijos la vivimos igual. Por supuesto varía ampliamente según la cultura, la comunidad y las circunstancias individuales de cada quien. Pero ¿habrá desafíos particulares para nosotras? Quizás sí.

Aquí hay un dato: el riesgo de menopausia prematura o temprana es más alto para las mujeres que empezaron sus periodos menstruales a una edad temprana y no tuvieron hijos, según un informe liderado por la investigadora Gita D. Mishra y publicado por la revista Human Reproduction el 25 de enero del 2017 por la Universidad de Oxford.

Este dato me hace pensar en la repercusión que esto puede tener a nivel de nuestra salud mental. Piensa en todas las mujeres que están retrasando su maternidad por diferentes circunstancias: porque actualmente sus ingresos son insuficientes, porque no cuentan con una red de apoyo que pudiera ayudarla con la crianza, porque desean encontrar una pareja para ejercer su maternidad al lado de alguien y aún no ha ocurrido. Esto tiene nombre: se llama infertilidad social.

Independientemente de si esas mujeres experimentarán una menopausia prematura o no, la realidad es que habrá un momento en el que su cuerpo no les permitirá tener hijos/as de manera biológica.

Por supuesto es completamente respetable que haya quienes eligen no ser madres, pero no des por hecho que la razón por la que todas las mujeres que no tienen hijos/as es porque no desean serlo.

Tarde o temprano la menopausia tocará a la puerta de todas nosotras, independientemente de si somos madres o no. Por eso, la educación puede ser un salvavidas: comprendamos que la menopausia es una experiencia compartida, y podemos encontrar un sentido de comunidad y apoyo.

Más allá de los síntomas físicos, cada mujer puede experimentarla de manera distinta y relacionarla con una perspectiva especial que aparentemente tiene poco que ver como el de la maternidad o la no maternidad.

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Lo importante es educarnos y mostrar sororidad entre madres y no madres.

Aquí hay tres ideas:

1. Rompe el silencio. Si eres una mujer con hijos/as pide apoyo de ellos/as durante la menopausia. Quienes no somos madres podemos depender más de otros sistemas de apoyo, como amistades, parejas o familiares cercanos. Madres y no madres podemos ser aliadas: lo importante es no atravesar esta etapa a solas.

2. Evita comparar negativamente la experiencia de otra mujer con la tuya. Cada una vive este proceso de manera única. Mejor pregúntale cómo se siente y si necesita algo.

3. Seas madre o no valida las experiencias de las demás sin juzgar. Reconoce que cada experiencia es legítima y que los síntomas y desafíos pueden ser reales y significativos. Si tú no eres madre y una amiga que sí lo es te comparte lo vergonzosa que está experimentando su maternidad durante su menopausia, muestra tu comprensión “No soy madre, pero sí he sentido vergüenza por no sentir que soy suficiente. Aquí estoy, para ti”.

En este camino hacia la dignificación social de la gestión de la menopausia, todas las mujeres, madres o no, tenemos un papel importante que desempeñar. Rompamos el silencio, desafiemos los estereotipos y abracemos esta etapa de la vida con fuerza y valentía. La educación es nuestra aliada en esta lucha y, juntas, podemos crear un mundo más comprensivo y respetuoso para todas.

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Nota del editor: Adriana Castro es psicóloga y conferencista. Es fundadora de Call to Action: una comunidad online dirigida a mujeres sin hijos/as. Síguela en LinkedIn , Facebook y/o Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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