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La igualdad es un buen negocio

El papel del sector privado en el empoderamiento de las mujeres es fundamental para impulsar al empleo, la innovación, la productividad y el crecimiento económico sostenible, señala Laura Tamayo.
jue 06 octubre 2022 06:04 AM
#8M, ¿una celebración de contrastes?
Las compañías son más conscientes de que la paridad de género es un buen negocio, ya que aumenta el desempeño corporativo, así como mejora su reputación, considera Laura Tamayo.

(Mujeres) - Según el último Informe sobre la Brecha Global de Género 2022 del Foro Económico Mundial, alcanzar la paridad de género no es algo que podamos ver en un futuro cercano, ya que, de acuerdo con el reporte, se necesitarán 132 años para que esta equidad se haga realidad.

Este panorama luce poco alentador si agregamos las consecuencias económicas de la pandemia, así como las diversas problemáticas políticas y sociales a nivel mundial, que han acrecentado las desigualdades entre la población femenina en los ámbitos laborales, educativos, económicos y de salud.

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Sin embargo, desde el sector empresarial tenemos la capacidad de fungir como catalizador de cambio para dar respuesta a las desigualdades de género que persisten en el mercado laboral. Las organizaciones debemos poner el ejemplo a través del impulso, la implementación de estrategias enfocadas en la promoción, capacitación y empoderamiento de las mujeres, para que esto no solo se quede en un tema de discusión.

Actualmente, las compañías son más conscientes de que la paridad de género es un buen negocio, ya que aumenta el desempeño corporativo, así como mejora su reputación; al consolidar empresas más fuertes con mercados más prósperos. Muchas de ellas, sobre todo globales, han tenido un papel fundamental como precursoras de políticas enfocadas a promover las mismas oportunidades para mujeres y hombres.

Han entendido que el desarrollo del personal femenino no implica una competencia contra el masculino, sino que se requiere de ambos para replantear esquemas que permitan una mayor participación de la fuerza femenina en la economía, así como de los hombres en los espacios familiares.

Por ello, tras más de 700 días de crisis sanitaria, el ámbito empresarial se encuentra en el momento justo para impulsar un mundo laboral más equitativo. Aunque la transformación suele ser un proceso difícil, y en ciertos momentos incierto, las recompensas son muy favorecedoras si permitimos el desarrollo de nuestras colaboradoras.

El papel del sector privado en el empoderamiento de las mujeres es fundamental para impulsar al empleo, la innovación, la productividad y el crecimiento económico sostenible. Tener una responsabilidad sostenida es imperativo para poder obtener resultados a una escala mayor, sin embargo, plantear metas a corto plazo ayudará a las organizaciones a pasar del compromiso a la acción, de manera eficaz, cuantificable, así como visible.

Un camino que puede ayudar a muchas organizaciones a transitar a espacios laborales más equitativos es adherirse a Los Principios de Empoderamiento de Mujeres (WEPs) de la ONU, un documento compuesto por siete principios, suscritos por más de 3,000 líderes empresariales de todo el mundo, que promueven la paridad de género:

1. Promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel.
2. Tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo – respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación.
3. Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores.
4. Promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres.
5. Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del fortalecimiento de las mujeres.
6. Promover la paridad mediante iniciativas comunitarias y cabildeo.
7. Evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.

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Basándose en prácticas empresariales de la vida real, tienen como objetivo ayudar a las organizaciones a modificar sus actuales políticas y prácticas — o a crear unas nuevas si es que no cuentan con ellas— para alcanzar el empoderamiento de las mujeres.

Actualmente más de 1,300 empresas de 67 países ya cumplen con estos principios a través de la implementación de diversas acciones como:

1) Metas de diversidad de género para aumentar la representación de las mujeres en los niveles directivos.
2) Desarrollo de talento femenino en puestos de decisión.
3) Actualización de procesos de atracción de talento para mitigar sesgos inconscientes.
4) Desarrollo de la fuerza femenina en sectores no tradicionales en áreas STEM.
5) Representación paritaria –mitad y mitad– de las mujeres en sus juntas directivas.

Sigamos empujando en nuestro día a día para lograr un compromiso fuerte, real y duradero de la iniciativa privada en promover entornos inclusivos que, sin duda, ayudarán a mover las creencias culturales de nuestra sociedad, permitiendo así́ reconocernos entre hombres y mujeres como iguales tanto en derechos como en obligaciones.

Nota del editor: Laura Tamayo es Directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad en Bayer México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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