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Las 'STEMpreneurs' y sus desafíos

El acceso a capital está fuertemente vinculado a quién conoces y las mujeres emprendedoras no siempre somos proactivas en la construcción de redes estratégicas, apunta Adriana Castro.
mar 31 agosto 2021 11:59 PM

(Expansión Mujeres) - Alguna vez escuché que las mujeres somos buenas para consumir tecnología pero no tan buenas generándola. Esta afirmación me impactó pero me hizo sentido. Al menos aplica en mí.

Afortunadamente ya hay quienes están tomando acción para contrarrestar esta situación. Cada vez se habla más de lo importante que es promover que las mujeres se sumen a las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas) porque son importantes para la innovación y el desarrollo tecnológico. Además, son clave para impulsar la creación de empleos, el crecimiento económico y el progreso social.

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En 2020, WeXchange comisionó un estudio bajo el nombre wX Insights: El Ascenso de las Mujeres STEMpreneurs, en el que resume los perfiles, necesidades y desafíos de las mujeres emprendedoras en STEM de América Latina y el Caribe.

Este estudio define a las mujeres STEMpreneurs como fundadoras o socias de una startup en áreas STEM. Son mujeres que implementan tecnologías de punta como el eje de sus modelos de negocio. Estos incluyen inteligencia artificial, aprendizaje automático, internet de las cosas, realidad aumentada o blockchain.

Ellas reconocen que su principal desafío es el acceso a capital. La falta de una red de contactos adecuada para acceder a inversores clave fue identificado como el reto más importante durante el proceso. Pero ¿qué dicen los inversores sobre ellas?

De acuerdo con profesionales de inversión de 17 fondos de capital emprendedor (VC, por sus siglas en inglés), hay ciertos desafíos que limitan a las mujeres STEMpreneurs a desarrollar un alto potencial y acceder a más fondos de VC.

1. Falta de auto-confianza. De acuerdo con estos profesionales, las mujeres somos más conservadoras en nuestras proyecciones. Involucramos más emoción en la presentación de nuestros negocios y en general podemos tomar algunos comentarios como personales. No pedimos exactamente lo que queremos y nos resulta difícil internalizar nuestros logros.

2. Balance vida-trabajo. En este ámbito, los profesionales de inversión consideran que las mujeres solemos ver el proceso emprendedor como un sacrificio. Es como si creyéramos que emprender significa dejar de lado otros aspectos de nuestra vida.

3. Falta de redes de contacto personales. Este punto me hace mucho sentido: el acceso a capital está fuertemente vinculado a quién conoces, y las mujeres emprendedoras no siempre somos proactivas en la construcción de redes estratégicas. América Latina tiene una cultura basada en las relaciones, y aquí los contactos son clave.

4. Falta de un ecosistema en el que haya más presencia de mujeres. Se debe trabajar en que haya más fondos liderados por mujeres. Contar con mentoras y modelos a seguir en temas de tecnología, marketing digital, liderazgo, cultura empresarial y levantamiento de capital definitivamente sería de gran valor.

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Por supuesto, quienes son inversionistas también tienen el desafío de nivelar el campo de juego e incorporar a más mujeres en el equipo de inversión porque esto ayudaría a generar más confianza con las mujeres emprendedoras.

Hace unos días conocí a Carmen Rosillo. Ella es co fundadora de Koltin, una startup que busca brindar bienestar y salud a las personas adultas mayores a través de diferentes servicios. Al conversar acerca del principal desafío como mujer al estar a cargo de una startup me comentó lo difícil que es sentirse escuchada y tratada de manera equitativa en un ecosistema en el que predominan los hombres. “Ellos son los ingenieros, los que programan y los que emprenden en temas de tecnología. También son quienes conforman los consejos administrativos de las empresas. Abrirte paso es aún más difícil si no estudiaste una ingeniería o no sabes programar”.

Este es el segundo emprendimiento de Carmen y aproveché la oportunidad para preguntar desde su experiencia cuál considera que es el miedo más común de las mujeres y qué recomendaría para sobrellevarlo. “Hay que salir de la zona de confort, porque pasarán muchas cosas que te harán aprender. Emprender es como una maestría en la que los proyectos y objetivos no son tareas para entregar. Es más complicado porque es en la vida real, con clientes reales y con dinero de por medio. Hay que estar abierta a nuevas posibilidades y aprendizajes en los que puede suceder cualquier cosa: tanto positivas como áreas de oportunidad. Sobretodo, debes creértela. Confiar en que puedes hacer las cosas. También hay que cuidar la salud mental: buscar un equilibrio entre tu emprendimiento y tu vida personal”.

Me parece que las reflexiones de Carmen en relación a los desafíos como cofundadora de una startup coinciden con los planteamientos y recomendaciones del estudio de WeXchange.

Por lo pronto, identifico la importancia de visibilizar el esfuerzo de personas como Carmen, una mujer que ha puesto sus sueños en acción y que está abriendo puertas para dejar el suelo más parejo a las nuevas generaciones de STEMpreneurs.

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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