Mujeres, una fuerza clave para el éxito de las empresas
En el plano personal sería muy valioso que se abordara la importancia de encontrar la justa medida entre el cuidar a otras personas y cuidar de nosotras mismas. El balance entre vida laboral y personal con frecuencia se desequilibra porque aún los espacios de tiempo en los que se supone que son para nosotras, los destinamos a estar para otros.
Con frecuencia sacrificamos nuestros tiempos para priorizar necesidades de alguien cercano y a la larga afecta nuestra salud mental.
¿Cuántas veces decimos que sí por miedo a que se pierda la estabilidad de la relación con esa persona? Dicen que el sacrificio siempre se cobra, así que hay que estar muy atentas de no tomar el rol de la mujer sacrificada porque afecta nuestra autoestima y podemos caer en actitudes manipulatorias hacia nuestros seres queridos.
Considero que un programa de mentorías diseñado para mujeres y conformado por mentoras tendría la ventaja de ofrecer una mayor comodidad y mejores niveles de comunicación entre ambas partes.
Además, mi ideal sería que hubiera mentoras con hijos que expliquen a quienes son madres todo lo necesario sobre las políticas de maternidad de la empresa, y también que hubiera mentoras sin hijos que funjan como modelos a seguir y desmitifiquen la figura de que quien no tuvo hijos es una mujer egoísta y amargada que no sabe trabajar en equipo. Aunque no lo parezca, aún hay personas que tienen ese concepto de quienes no fuimos mamás.
Un programa integral de mentoría para mujeres dentro de las políticas de una empresa aporta elementos para aumentar la autenticidad, potencia el desarrollo de nuestra carrera, y nos permitiría identificar a los facilitadores y obstaculizadores de nuestra trayectoria laboral.
Además, la implementación de estos programas incentivaría la participación de forma activa para que nuevas participantes se conviertan en mentoras de otras mujeres.
Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en
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(adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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