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Los lugares de negocios están lejos de ser ejemplo de equidad

Las mujeres que llegan a estos espacios lo hacen escalando un entorno hostil y algunas veces eso se ve reflejado en su liderazgo.
dom 05 noviembre 2023 08:03 AM
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Cada vez más las empresas no permiten liderazgos fraccionados y buscan siempre un clima laboral favorable, donde importan las personas y los resultados, considera Jorge Sánchez García.

(Expansión Mujeres) - Hace tiempo estuve en un foro de mujeres líderes de negocios. Éramos contados los hombres ahí, prácticamente todos los asistentes eran mujeres. Al momento de entrar al salón y ver ese lugar repleto de mujeres poderosas, me sentí intimidado, sentí que no pertenecía. Y como balde de agua fría caí en cuenta de que en la mayoría de estos lugares, casi todos los asistentes son hombres.

¿Así como me sentí se sentirán ellas cuando van a casi cualquier reunión empresarial? ¿También sentirán esa incomodidad y sentimiento de no pertenencia? Ahora creo que sí porque en definitiva, los lugares de negocios no son para las mujeres, porque ni de lejos son un ejemplo de equidad.

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Antes solía pensar que mujeres y hombres en el campo laboral éramos iguales, así que los temas de equidad no los veía como algo necesario. Sin problema es irrelevante una solución. Pero al poco tiempo de mi carrera profesional entendí que sí existe una distinción y es súper clara para quien tiene un poquito de empatía y sentido común.

Extrañamente, y digo extraño porque es inusual, la mayoría de mis superiores en el trabajo fueron mujeres. Muchas de ellas me dejaron grandes lecciones que aprendí con gusto y otras tantas por necesidad. No quiero ser malinterpretado, simplemente puntualizo que uno de los grandes temas pendientes en el mundo laboral es el liderazgo femenino.

Las mujeres que llegan a estos espacios lo hacen escalando un entorno hostil y algunas veces eso se ve reflejado en su liderazgo. La buena noticia es que cada vez más las empresas no permiten liderazgos fraccionados y buscan siempre un clima laboral favorable, donde importan las personas y los resultados.

Sin quitar el dedo de llaga, hay un mundo que no deja liderar a las mujeres y que tampoco les enseña cómo hacerlo. Sheryl Sandberg, quien fue directora operativa de Facebook, en su charla ¿Por qué tenemos muy pocas mujeres líderes? dio una respuesta que me parece muy interesante.

Para que una mujer busque una posición de liderazgo espera tener al menos 80% de las habilidades que requiere el puesto, un hombre con el 50% ya se apunta. Esto porque el entorno de trabajo es muy duro con ellas, les exige más, ser mejores y si fallan las juzga terriblemente; a un hombre no.

Lecciones de vida

Otra anécdota que recuerdo mucho le ocurrió a una mujer que quiero y admiro profundamente. En una ocasión, asistiendo juntos a un evento de inversionistas donde ella era una de las inversionistas más relevantes, fue acosada por el guardia de seguridad del hotel. En el momento me pareció inconcebible y pensé: ni en un espacio de personas poderosas, donde una mujer es una de esas personas, puede salvarse del acoso y la misoginia, si no es ahí, ¿entonces dónde?

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Sin importar el contexto (trabajo, escuela, casa), las mujeres están expuestas a una serie de cosas que los hombres no y podemos llegar a creer que no existen porque son problemas que no nos tocan, que son invisibles para nosotros, pero basta con abrir un poco los ojos para verlos y dimensionar su impacto.

Mi primera jefa, Rocío Paniagua me dejó una de las lecciones más importantes de mi carrera: “resuélvelo”. No importa con qué barrera me enfrentaba como becario de relaciones públicas en su agencia, ella sólo respondía “resuélvelo”.

Gracias a eso, hoy más que nunca veo a la equidad como algo imprescindible al interior de las empresas. Como hombre asumo que nuestro papel, o lo que yo llamo el management de siglo XXI, es ser equitativo. Generar las condiciones para que, sin importar quién sea la persona con más habilidades y conocimientos para liderar, sea la o el mejor quien lo haga.

Los estudios de Claudia Goldin, la más reciente ganadora del Nobel de Economía 2023 , son relevantes hoy más que nunca porque nos permiten ver, con datos, que hay una brecha. Eso te dice que si como empresario le vas a pagar menos a una mujer, si vas a ascender a un hombre porque es tu cuate, si crees que una mujer te va entregar menos resultados que un hombre, en el mundo de los datos y la IA ¡estás frito!

Tenemos que empezar a barrer los sesgos y falacias para poder tomar decisiones basadas en datos y en la realidad. El día que lo hagamos vamos a tener un mundo más equitativo, por eso son claves los hallazgos de Claudia Goldin , más en un contexto donde las mujeres levantan la voz con más fuerza para decir que todavía no hay equidad.

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Nota del editor: Jorge Sánchez García es socio director de Apolo 25. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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