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La salud mental en las mujeres, un desafío en el país

Las empresas pueden ofrecer programas de apoyo como terapia, asesoramiento, y asegurarse de que sus políticas y prácticas sean inclusivas sin discriminar por el género, apunta Laura Tamayo.
vie 28 abril 2023 05:59 AM
La salud mental en las mujeres, un desafío en el país
Esperamos ver un mundo en el que todas las mujeres puedan acceder a los recursos y al tratamiento que necesitan para mantener su salud mental y emocional en buen estado, señala Laura Tamayo.

(Expansión Mujeres) - La salud mental es un tema que ha sido cada vez más relevante en la sociedad, y no es para menos, ya que esta es esencial para el bienestar integral de cualquier individuo. Sin embargo, para las mujeres es un tema que requiere especial atención debido a la influencia que tiene en su vida cotidiana y en su desempeño laboral.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como "un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus propias capacidades y puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y con la capacidad de hacer una contribución a su comunidad". Sin embargo, muchas no logran alcanzar esta condición debido a diversos factores, como la discriminación de género, la violencia, la falta de acceso a servicios de salud mental, entre otros.

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Asimismo, la misma OMS señala que una de cada cinco mujeres en todo el mundo experimenta depresión en algún momento de su vida y que el riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y desánimo es ligeramente mayor en ellas que en los hombres.

Otro dato importante es que durante la pandemia de COVID-19 agravó aún más la situación; la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó un incremento en los casos de violencia de género en muchos países de la región, lo que trajo como consecuencia un aumento de casos depresivos en mujeres.

Por ello, es indispensable abordarla desde una perspectiva de género al interior de las organizaciones, ya que, de no atender este problema, puede afectar negativamente el rendimiento laboral y la productividad del personal femenino, lo que a su vez puede influir en la rentabilidad de las empresas. Además, pueden necesitar tiempo libre adicional para recuperarse, lo que puede dañar la continuidad de su trabajo y su estabilidad personal.

Y es que el no tener un bienestar mental óptimo puede acarrear diversos efectos mentales y físicos como: fatiga y dolores, dificultad para llevar a cabo actividades diarias, problemas de concentración, deficiencia en la memoria y toma de decisiones, dificultad para comunicarse efectivamente, entre otros.

Un derecho humano

Es importante destacar que la salud mental es un derecho humano fundamental que debe ser una prioridad en las políticas públicas, por lo que se requieren medidas para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mentales; además de romper el estigma y la discriminación que la rodea, así como fomentar un diálogo más abierto y comprensivo sobre el tema.

Por ello, es esencial que las organizaciones adopten medidas para asegurar el bienestar mental de sus colaboradoras. Esto incluye proporcionar un ambiente de trabajo seguro y acogedor, ofrecer capacitación y recursos para la gestión del estrés y la ansiedad, promover un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Además, las empresas pueden ofrecer programas de apoyo como terapia, asesoramiento, y asegurarse de que sus políticas y prácticas sean inclusivas sin discriminar por el género.

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A continuación 7 puntos que sugiero para hacer de la salud mental para ellas una prioridad dentro de las organizaciones:

1. Promover un ambiente de trabajo inclusivo y seguro: a través de la diversidad, la equidad y la inclusión, asegurándose de que todas se sientan seguras y respetadas.

2. Ofrecer programas de bienestar emocional: como servicios de consejería y apoyo de pares para ayudar a enfrentar el estrés y las tensiones en el trabajo en las colaboradoras.

3. Flexibilidad en el trabajo: tener horarios de trabajo reducidos, trabajo remoto y horarios de trabajo flexibles para permitir que las mujeres tengan un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

4. Establecer límites de trabajo: asegurándonos de que todos los empleados, tengan tiempo suficiente para descansar y desconectarse del trabajo.

5. Incentivar la actividad física y el autocuidado: fomentar hábitos saludables como la actividad física, la meditación y otras formas de autocuidado.

6. Fomentar la comunicación abierta: mediante la retroalimentación constructiva para mejorar la colaboración y reducir la ansiedad y el agobio en el lugar de trabajo.

7. Proporcionar capacitación: en el manejo del estrés para ayudar a lidiar con situaciones difíciles en el ámbito laboral.

A medida que continuemos trabajando para abordar estos desafíos, esperamos ver un mundo en el que todas las mujeres puedan acceder a los recursos y al tratamiento que necesitan para mantener su salud mental y emocional en buen estado. Hagamos realidad una política de mujeres que nos ayude a modificar un sistema laboral proyectado por otros y para otros.

Nota del editor: Laura Tamayo es Directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad en Bayer México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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