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¿Quién le enseña a las mujeres a liderar?

Mujeres que han logrado colocarse al frente de una organización han tenido que enfrentar múltiples batallas tanto al interior de la empresa como en su familia y en la sociedad, opina Joselyn Castro.
mar 08 marzo 2022 05:00 AM
¿Quién le enseña a las mujeres a liderar?
Las grandes líderes -que afortunadamente cada vez son más- inspiran con el ejemplo y le abren camino a las mujeres que le siguen, apunta Joselyn Castro.

(Expansión Mujeres) - En el imaginario colectivo cuando hablamos de líderes llega a nuestra mente la imagen de un hombre, con ropa discreta pero elegante, camisa arremangada e ideas innovadoras brotando a mil por segundo. Imaginamos a un hombre creativo y soñador, capaz de echar a andar una empresa exitosa en pocos meses, de inspirar a un equipo con una palabra y de convencer fácilmente a un grupo de inversionistas de apostar por él. Pensamos en un hombre y no en una mujer.

Al hablar de un líder y ver a un hombre y no a una mujer es una problemática que va más allá de una percepción notablemente sexista, es una realidad abrumadora. El Foro Económico Mundial estima que en México sólo 7.5% de las integrantes de los consejos directivos de las empresas son mujeres y únicamente 14.6% de las empresas están lideradas por mujeres.

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El techo de cristal existe y toparse con él es todo un desafío. Las mujeres que han logrado colocarse al frente de una organización han tenido que enfrentar múltiples batallas tanto al interior de la empresa como en su familia y en la sociedad.

El estudio La participación laboral de la mujer en México de World Bank Group afirma que dicha situación tiene una percepción social poco alentadora, pues a pesar de que los mexicanos coinciden en que “tener un trabajo es la mejor manera de que una mujer sea una persona independiente”, las responsabilidades domésticas tienen más peso que las profesionales, incluso aquellas mujeres que destinan más tiempo y esfuerzo a su desarrollo profesional son percibidas como “malas madres”, lo que deriva en sentimientos de vergüenza, exclusión, ansiedad o culpa.

Si bien no todas las trabajadoras o líderes son madres, para ellas sí existe un abismo entre la maternidad y el desarrollo profesional, cosa que no sucede con los hombres. Para una mujer la maternidad es un factor que incide en su liderazgo, para el hombre no.

Ya que las altas posiciones requieren de mayor tiempo y dedicación, muchas mujeres se bajan de la carrera aún antes de empezar y quienes deciden seguir perciben que ‘sacrifican’ más que ellos.

Líder todoterreno

¿Pero son estas mujeres líderes quienes enseñan a otras a liderar? A pesar de que muchas mujeres aprenden del liderazgo masculino y sus compañeros de trabajo son un apoyo fundamental, el liderazgo femenino tiene su origen en otra mujer, que incluso sin ostentar un cargo empresarial, es líder al interior de su hogar o en su círculo cercano.

Las madres trabajadoras, las estudiantes que se superan, aquellas que estudian carreras con poca participación femenina, las que practican un deporte de alto rendimiento, las amigas, hermanas y madres que motivan e inspiran, todas ellas también son líderes. Una mujer es una líder todoterreno.

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Mejores mujeres

Muchos estudios dan cuenta de las diferencias entre el liderazgo de hombres y mujeres. En resumen, las mujeres líderes se preocupan más por sus equipos, desarrollan ambientes de trabajo más saludables y suelen ser más empáticas. Estas pequeñas acciones tienen un gran impacto al interior de las empresas.

Socialmente a la mujer se le imputa el rol de ‘cuidadora’, lo ve en su madre, tías, abuelas y mujeres cercanas, lo replica con el paso del tiempo y lo extrapola al ámbito empresarial con los resultados ya conocidos.

Las grandes líderes -que afortunadamente cada vez son más- inspiran con el ejemplo y le abren camino a las mujeres que le siguen. Todas aprendemos de todas y en esta cadena de enseñanza vale la pena tomar un minuto para admirar lo que hemos logrado y para solidarizarnos en el camino que aún falta por recorrer.

Lo mejor que puede hacer una mujer es apoyar a otra, después de todo, entre “mujer” y “mejor”, sólo hay dos letras de diferencia.

Nota del editor: Joselyn Castro es Líder del proyecto Mujeres Apolo 25. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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