Esto deja en evidencia no solo la importante diferencia salarial que hay entre hombres y mujeres, sino también la inequidad de oportunidades para el talento femenino a niveles directivos.
Se ha visto que cuando las compañías ponen en práctica una cultura empresarial donde se promueve la diversidad de género hay mayor productividad, rentabilidad y la capacidad para atraer y retener el talento se incrementa en un 60%, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo.
Así mismo, un estudio que realizó la empresa financiera Credit Suisse, en el que se evaluaron a más de 2,400 empresas a nivel mundial, se descubrió que las compañías que cuentan con al menos una mujer en puestos directivos son 26% más eficaces que las empresas que solo están conformadas por hombres.
Por otro lado, en esa misma línea podemos analizar los desafíos que las nuevas formas de trabajo trajeron en el ámbito laboral. Para muchas mujeres, especialmente para las que son madres, el trabajo a distancia implicó un esfuerzo doble al tener que ejecutar dos roles simultáneos, lo que representó un reto en muchos aspectos y nos invita a ser conscientes de las circunstancias en las que muchas mujeres se desarrollan laboralmente.
Además, es importante reflexionar sobre nuestro papel como líderes en Recursos Humanos al ser un área que busca el bienestar, así como brindar soporte para ese talento femenino que estamos buscando o necesitamos conservar.
Por lo tanto, hay que preguntarnos, ¿qué podemos hacer como líderes para atraer y retener este talento femenino de nuestro lado?
Hay que democratizar los procesos de selección, permitiendo que las nuevas tecnologías inteligentes permitan filtrar el mismo número de candidatos independiente al género, basados en las competencias requeridas para el cargo y así elegir a quien tenga las habilidades y pueda desempeñarse de la mejor manera.
Otra iniciativa importante es brindar flexibilidad en términos de horario y jornada basada en el cumplimiento de objetivos y no en el número de horas trabajadas; este tipo de esquemas permite a las mujeres, sobre todo quienes son madres, a que puedan organizar sus tiempos como mejor les funcione, y que sean valoradas basándose en los resultados que generan.
Claramente este no es un beneficio exclusivo sino que funciona para todos los colaboradores. Lo importante es que en cualquier nivel de la corporación podamos tener ejemplos de líderes capaces e inspiracionales sin importar si son hombres o mujeres, y eso solo se puede lograr generando condiciones amigables para que todos tengan una verdadera oportunidad de demostrarlo.
También será relevante ofrecer las mismas prestaciones; los permisos de paternidad y maternidad tienen un enfoque que puede ser un precedente para el desarrollo profesional de un hombre o una mujer. Justamente en México, en septiembre del 2021, se propuso al Consejo de la Judicatura Federal establecer que el permiso de paternidad sea de tres meses, igual al de maternidad, pues actualmente solo es de cinco días.