Adri es jefa de un equipo de ventas conformado por mujeres. Se caracteriza por ejercer un liderazgo convencional basado en la productividad a cualquier precio.
Tomó un curso de esos milagrosos de “aprenda liderazgo mientras duerme”.
En su equipo tiene a Elena y a Pamela. Veamos algunas de las decisiones que ha tomado con sus puestos de trabajo.
Elena es una mujer que lleva 2 años en el equipo y recientemente se enteró que está embarazada. Es su primer hijo y uno de sus temores es perder oportunidades de crecimiento laboral por vivir su rol de madre. Fue testigo de cómo otra compañera del equipo que se embarazó no logró el ascenso que pedía porque Adri, la jefa, consideró que no podría con ambas responsabilidades.
En ese mismo equipo está Pamela. Ella lleva 4 años trabajando en la empresa y es muy dedicada. Es una mujer que no tiene hijos y en todos esos años le ha tocado que varias compañeras se embaracen y soliciten su incapacidad. Cada vez que esto ocurre, Adri suele endosarle a Pamela algunas responsabilidades de la compañera que está de incapacidad.
Ha ocurrido que en algunas ocasiones, aunque su compañera ya haya regresado al trabajo de lleno, las tareas “temporales” de sus compañeras las sigue cumpliendo Pamela.
El colmo fue en una Navidad. Se necesitaba que alguien hiciera guardia, Adri decidió que dado a que la mayoría eran mamás y debían estar con sus hijos, Pamela al ser la soltera, era la persona indicada para hacer la guardia.
Actualmente Adri se pregunta por qué tiene tanta rotación de personal. ¿Alguna idea?
Tener consideración a las necesidades de las demás validando que no todo es trabajo es apostar a la humanización y al reconocimiento de las demás personas.
Alguien que apaga su computadora en el momento que termina su horario de jornada no es sinónimo de poco compromiso, es un acto de salud mental.
Si estás a cargo de un equipo, cada vez que tomas una decisión en la que consideras las necesidades personales de alguien que te ha demostrado su compromiso, humanizas un espacio a favor de la vida y de vínculos laborales duraderos basados en la confianza.
Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en
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(adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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