La infertilidad "social" o "circunstancial" es un término relativamente nuevo, acuñado para describir a las mujeres que anhelan ser mamás pero que por un motivo, que no es médico, no pueden cumplir ese sueño.
Las causas que la originan pueden ser circunstancias profesionales o personales.
A nivel profesional, la inestabilidad económica, el hecho de que tu negocio aún te demande mucho operativamente, la falta de una red de apoyo que te ayude a conciliar los cuidados que un bebé necesita con los requerimientos de tu otro bebé -es decir tu negocio- pueden crear un entorno que no favorezca la maternidad.
A nivel personal, factores que influyen pueden ser si eres una mujer heterosexual que no encuentra una pareja o si tu relación no es estable. También están quienes sí desean ser mamá pero su pareja no. Así mismo, se encuentran en este rubro mujeres lesbianas.
Sí, es el club al que nadie quiere pertenecer pero que intuyo que más de las que pensamos estamos o estuvimos en él.
En mi caso, uno de los factores que contribuyeron a mi infertilidad social fue la falta de rentabilidad de mi negocio. Recuerdo que en esos años mis conocimientos de emprendimiento, finanzas, operación y todos los temas que se requieren para profesionalizar un negocio, los desconocía.
Así, teniendo un negocio medianamente rentable me mantuve a lo largo de mi edad reproductiva sin caer en la cuenta de que los años pasan y no esperan a nadie.
Esta no es una historia de Hollywood en la que repentinamente todo cambió, mi negocio prosperó, encontré una pareja y logré ser mamá.
La vida no es como quisiéramos, la vida es.