Mujeres latinoamericanas redoblan la lucha para subsistir en pandemia
Construir una relación de pareja que sí sea pareja en las tareas domésticas también ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades y estrés. Esto implica abrir canales de comunicación en los que se hable de cómo repartirán el cuidado de la persona adulta mayor que está en casa, el lavado de los platos, el sacado de la basura, el aseo del baño y hasta el paseo de Firulais.
Establecer acuerdos en estos temas tan cotidianos e importantes también habilita el músculo de la comunicación en la pareja y la expresión de emociones. Recuerda que en esta historia no sólo la mujer la pasa mal, también los hombres.
El asfixiante rol de tener que ser el proveedor oficial del hogar, el que siempre debe tener todas las respuestas y el que por ningún motivo debe mostrar su vulnerabilidad tiene precios altos a pagar.
No es casualidad que ocho de cada diez suicidios son cometidos por hombres de acuerdo con el INEGI y 15 millones de hombres han sufrido depresión, de acuerdo con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
Así que, para tomar acción:
1. Tú y tu pareja establezcan cómo repartirán las tareas domésticas para que no sean exclusivas de un género. Es posible que a partir de sus fortalezas se organicen para identificar a quién le sale mejor qué tarea. Lo importante es que ambas partes sientan que hay justicia en la repartición.
2. Como mujer, evita comentarios como “hazte a un lado, yo lo sé hacer mejor”, “nunca cocinarás tan bien como yo”, o “esto es cosa de mujeres”.
Es más, ¿qué pasaría si en la siguiente carne asada tú te hicieras cargo del asador y él de los platos? Sería interesante escuchar los comentarios de tu familia y amistades.
Contribuir a que el hogar sea un entorno más solidario permite que nadie se sienta en deuda o en un sobreesfuerzo. Se trata de dejar de verse el uno al otro con mirada de resentimiento y mejor mirar los dos hacia la misma dirección: la del desarrollo personal y profesional de ambos.
Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en
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(adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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