Hay que considerar que un porcentaje de mujeres en sillas de decisión participan como representantes de sus familias, fundadoras o dueñas de empresas, quedando aún pendiente la incorporación de consejeras independientes.
El resultado es que, en un mundo diverso, prevalece la homogeneidad en los órganos de toma de decisiones. La importancia de diversificar los puntos de vista está probada. Ni todos los consumidores, ni todos los stakeholders, son hombres de más de 55 años. Al seguir así estamos basando las decisiones en una visión incompleta. ¿Por qué insistimos en manteneros inamovibles y homogéneos?
En México, según el Censo de Población y Vivienda 2020 las mujeres representamos 40.9% de la población económicamente activa. En el mundo corporativo, las mujeres capacitadas y con experiencia para formar parte de consejos de administración supera por mucho 6.5% que actualmente participa. ¿Por qué sigue tan limitada su presencia entonces?
Por ejemplo, participé en una reunión donde se discutía un tímido incremento a la cuota de mujeres en los consejos de administración en los próximos cinco años para llegar a 30%. La propuesta, por razones que no comprendo, era percibida como una fatalidad para los corporativos mexicanos. Incluso alguien señaló que no hay suficientes mujeres calificadas para cumplir con las cuotas. Pongo este punto a consideración del lector.
Las cuotas de género son incómodas, pero necesarias ante la ausencia de otro instrumento que dé resultados reales.
Debemos dar fuerza a las propuestas que hay sobre la mesa. El Consejo Coordinador Empresarial a través del Comité de Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo recomendó en 2018 incluir más mujeres en el Consejo de Administración como Mejor Práctica. Los resultados aún no son significativos.
También han circulado propuestas de reforma a las leyes de la materia que impondrían cuotas de genero a los órganos de gobierno corporativo de ciertas sociedades, aún topándose con mucha resistencia. En marzo de 2020, diputados federales presentaron una iniciativa para incluir disposiciones en materia de diversidad de género en las regulaciones que rigen los consejos. Esto sigue siendo analizado.