Asimismo, es lamentable ver que en el ranking “Las 100 mujeres más poderosas del mundo” (Forbes, 2020), sólo podemos encontrar a dos mujeres de América Latina, a Andrea Marques De Almeida (CFO/Director Ejecutivo de Petroleo Brasileiro) en Brasil y a Paula Santilli (CEO de Pepsico Latinoamérica) en México.
La relación entre la diversidad de género y el desempeño organizacional está ampliamente demostrada. Las empresas con equipos ejecutivos diversos tienen un rendimiento mayor y una creación de valor superior a los equipos directivos sin diversidad de género.
Las empresas con mayor número de mujeres en sus comités ejecutivos tienen un rendimiento 55% superior a los que no las incluyen. Se ha demostrado que, de incluir a más ejecutivas en el C-Suite de las organizaciones, México podría crecer un 70% adicional su GDP, equivalente a $0.8 trillones.
Además, las empresas con diversidad de género tienen un fuerte impacto en atracción de talento y satisfacción de los empleados.
No todo está perdido, las mujeres latinoamericanas vamos ganando terreno en el mundo de los negocios. Cada vez es más común ver a mujeres en gerencias esperando a ser promovidas a puestos directivos y a mujeres en puestos directivos. Aunque estas últimas todavía son pocas, para poder palpar el impacto social y financiero en el país, finalmente son un avance.
Asimismo, hay ya varias asociaciones de mujeres buscando esta igualdad y presionando para que las políticas de equidad de genero sean implementadas, y no sólo un archivo más guardado en los recuerdos.
El tiempo apremia, sobre todo en época de crisis: debemos implementar y mejorar las políticas de diversidad de género en las empresas, desarrollar y capacitar a las mujeres, incluirlas en los consejos de administración y en los equipos ejecutivos.
Es importante cambiar el sistema de creencias con evidencia sólida sobre el aporte al desempeño e impacto de las mujeres en las organizaciones. Los invito a darnos cuenta del beneficio económico y social que esto le va a traer a la sociedad, a México.
Aprovechemos como país el recurso tan valioso que tenemos en las mujeres para incrementar el bienestar económico y social.
Nota del editor: Patricia Jacques es Directora de Proyectos Académicos, Región Centro, de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Síguela en
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. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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