El grueso de la población familiar está representado por la figura tradicional con el 25.8%. Luego, por la movilidad económica, la inclusión de la mujer al mercado laboral ha dado una perspectiva diferente y hoy es posible hablar de jefas de familia, que ocupan el 16.8% y se refiere a las madres solas con hijos.
El 14.6% de las familias está conformado por mamá y papá jóvenes sin personas lactantes, el 10.8% son solo papás con hijos, el 9.6% son padres con hijos y otros parientes y el 3.8% corresponde a la familia reconstituida.
“Es muy importante cómo está redactada la ley porque estos papás son potenciales latentes y requieren de un espacio para alimentar a sus hijos. También es importante cuestionarse la exclusión que ha habido desde hace años. Hoy, un ambiente inclusivo hacia las familias no tradicionales en el que mujeres y hombres tengan derecho a lactar es fundamental para el crecimiento como sociedad”, apunta.
Lactario no es sinónimo de mujeres
Mariano Salceda Servín, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (CANILEC), celebra la reapertura de la sala de lactancia en el Senado de Republica, la cual fue un esfuerzo conjunto entre la cámara y la Comisión de Salud del Senado.
Otros esfuerzos de este tipo han nacido desde el sector público. La CFE inauguró el primer lactario en una central de generación en la termoeléctrica “Presidente Adolfo López Mateos” en Tuxpan, Veracruz, y en el Laboratorio de Pruebas de Equipos y Materiales (LAPEM) se trabaja en la instalación de una sala de lactancia.
Diana Marenco, subgerente de Información de la Coordinación de Comunicación Corporativa, comentó en un comunicado de prensa que esta sala es un derecho, un espacio digno, cómodo para poder ejercer el derecho a lactar y que involucra a los centros de trabajo y empleadores.
Reconoció la importancia de inaugurar un lactario con perspectiva de género, voluntad institucional y con un trabajo conjunto de mujeres. Además, señaló la importancia de políticas de respeto a los derechos de las mujeres, lo cual denota que “hay centrales y personas acompañando desde la convicción”.
En el mismo documento, Arturo Ancona, coordinador de Recursos Humanos de la CFE, manifestó que, para garantizar la libertad de decisión de las mujeres, se necesita acompañar las condiciones laborales que posibiliten los ejercicios de este derecho, y que la reconfiguración de los espacios de trabajo debe verse con perspectiva de género.
Desde el ámbito privado, Grupo Herdez es una de las compañías que buscan mejorar las condiciones para lograr la equidad de género, ya que en México solo una de cada 10 mujeres puede ejercer su derecho a la lactancia materna.
En este sentido, y con el objetivo de apoyar a las mujeres, la empresa cuenta con ocho salas de lactancia, lo que representa un 60% de todas sus instalaciones en el país, con un espacio en el que las colaboradoras pueden extraer y almacenar leche materna.
“Nuestras salas de lactancia cumplen con las especificaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y UNICEF. Son espacios higiénicos, privados, de fácil acceso y equipados para ser utilizados por una usuaria a la vez”, detalla la firma.
Sin embargo, Sara Morgan, consultora especialista en el sector laboral, puntualiza que es de suma importancia que las organizaciones de diferentes sectores se comprometan a impulsar el desarrollo de una lactancia diversa y con ello no solo fomentar el apoyo a las madres trabajadoras en línea con el artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo.
Una de las formas de hacerlo, dice, es impulsando aún más el teletrabajo o el modelo híbrido, el cual de forma empática permitirá un balance positivo entre las organizaciones y familias diversas, específicamente en temas de lactancia. “De esta manera se podría evolucionar en conjunto y fortalecer el sentido de pertenencia en un sistema social y económico”.