Giovanni Lepri detalló el programa de inclusión que se desarrolla en México y en el que participan empresas nacionales, multinacionales o firmas pequeñas y familiares, pero que en conjunto han logrado la integración de 18,000 personas refugiadas y migrantes en 10 entidades mexicanas.
“Hay 250 empresas grandes muy conocidas que están en este programa y todos los días están recibiendo personas extranjeras, refugiados” que de ese modo pueden tener futuro y una nueva vida.
En realidad, planteó, “hay un encuentro de necesidades” entre la urgencia por sobrevivir, rehacer sus vidas, y la de los empleadores, de tener mano de obra para empleos que no necesariamente los mexicanos están dispuestos a aceptar, sea por el perfil requerido o porque se trata de fuentes de empleo en entidades de residencia distintas.
“No le están quitando el trabajo ni las oportunidades a nadie, las oportunidades a nadie” de modo que las empresas dicen 'yo necesitaba una persona para cubrir esta vacante con estas características y que mexicanos no querían tomar'. Es empleo formal, en el campo agrícola o de servicios y con acceso a servicios médicos.
Este es un ejemplo de un programa exitoso y si nadie quiere abandonar sus hogares, pero si se ven obligados pueden tener oportunidad de reconstruirse, planteó. Por eso esto “no es sólo un gana-gana, es un gana-gana-gana porque ganan las empresas, la sociedad, las familias de refugiados", comentó.