A pocos días del Día Internacional de la Mujer, el lema de este año, Accelerate Action (Acelerar la acción), nos invita a reflexionar profundamente sobre la realidad que enfrentamos las mujeres en el ámbito laboral, especialmente en posiciones de liderazgo. A pesar de los avances en equidad de género, la presencia femenina en roles estratégicos y de alta dirección sigue siendo limitada. No es por falta de talento o capacidad, sino por estructuras que históricamente han complicado nuestro acceso a estas posiciones.
Un llamado para la equidad de género en el liderazgo empresarial
El futuro de nuestras organizaciones, y de nuestra sociedad, depende de nuestra capacidad para aprovechar todo el talento disponible, sin distinción de género.
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Según estudios realizados por el World Economic Forum, al ritmo actual, llevando a cabo únicamente acciones como las cuotas de género e iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), tomaría cinco generaciones para ver una equidad de género real en el ámbito laboral. Esta proyección es desalentadora y requiere una respuesta inmediata y contundente.
Acelerar la acción significa que las empresas y los líderes, tanto hombres como mujeres, deben comprometerse a implementar e integrar en su vida diaria acciones estrategias que pueden considerase incluso como de bajo impacto, pero que son necesarias para catalizar el cambio. No basta con hablar de diversidad en términos generales, es imperativo tomar medidas congruentes para transformar el panorama actual.
Los líderes tienen la responsabilidad de ser agentes activos del cambio. Esto implica no solo abogar por la equidad de género en sus organizaciones, sino también tomar decisiones valientes que desafíen el statu quo. Por ejemplo, permitir a las mujeres dirigir grupos de alto rendimiento capitalizando habilidades tales como la empatía, la comunicación efectiva, la toma de decisiones y capacidad de liderazgo para acelerar el cambio.
La verdadera igualdad de oportunidades laborales, sin importar el género, es una meta que no puede seguir postergándose. La inercia no cambiará las estructuras de desigualdad; solo con un esfuerzo consciente, decidido y, a veces "extremo", podremos transformar genuinamente nuestras organizaciones. Es tiempo de que las empresas y los líderes pasen de los discursos populistas a las acciones congruentes y contundentes. El futuro de nuestras organizaciones, y de nuestra sociedad, depende de nuestra capacidad para aprovechar todo el talento disponible, sin distinción de género.
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El momento de actuar es ahora. No podemos esperar cinco generaciones más. Accelerate Action no es solo un lema; es un llamado para que las cosas sucedan y hacer la diferencia en nuestro mundo laboral ahora.
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Nota del editor: Itzayana Lloréns es Directora Senior del área de proyectos y desarrollos de JLL México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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