Antes de iniciar esta colaboración y cómo preámbulo, y en el entendido de que la secrecía de mi voto es directamente proporcional a su característica de también ser libre, quiero compartir y comentarles que yo no voté por Morena (el partido/movimiento), por el contrario, voté por Xóchitl (la candidata); sería muy hipócrita de mi parte querer tapar el sol con un dedo.
Previo a estas elecciones, incluso mucho tiempo antes del arranque de las campañas, mi opinión acerca de Claudia Sheinbaum, otrora Jefa de Gobierno de la CDMX, estaba ya bien definida. Desde mi muy particular punto de vista, hablamos de una mujer controversial de cara a la opinión pública, pero convencional ante el oficialismo.
¿Cuántas veces no hemos escuchado de viva voz de un gran número de mujeres: “Claudia no me representa”? Especialmente, considero, por dos razones específicas: el alto índice de feminicidios en nuestro país, y porque las mujeres mexicanas no nos sentimos escuchadas, apoyadas o protegidas, ni por el gobierno, ni por el partido en turno. “Claudia no nos representa“, el eco generalizado en el frente feminista.
Pero, ¿a qué voy con este planteamiento? Hoy por hoy, nos guste o no, estemos de acuerdo o difiramos, hayamos votado por quien fuese, Claudia Sheinbaum SÍ nos va a representar a todas la mexicanas y a todos los mexicanos, sin importar nuestra condición, religión, ideología, estrato social, educación, etc. Y aunque yo no soy politóloga, mucho menos analista, soy empresaria y activista social, pero sobre todo, soy mexicana. Y ante esta última verdad, Claudia Sheinbaum me representará.
Sé que todas y todos atravesamos un momento de incertidumbre y temor, de lo que nos pueda deparar (o no) el próximo sexenio, pero en definitiva, si queremos tener un mejor país y un mejor futuro, es momento de ser positivos y asumir la responsabilidad de lo que a cada uno, a cada una, nos toca hacer desde nuestras respectivas trincheras.
Desde septiembre de este año, y hasta el 2030, Claudia Sheinbaum SÍ será la mujer que represente al país entero. Punto. ¿De qué sirve continuar dividiendo a México? Tomar parte en la ‘guerra’ de chairos vs fifís y liberales contra conservadores, no augura cosas buenas, créanme. Es un total sinsentido generar discursos de odio para descalificar a Claudia, e invertir tiempo, esfuerzo y energía en tratar de cambiar lo que ya es, y será.
¿No valdría mejor la pena, ayudar a nuestro entorno, a nuestra comunidad, a la gente que nos rodea y a aquellos que dependen de nosotros? Ver las posibilidades, percibir las cosas de manera positiva; realmente vamos a estar gobernados por una mujer muy preparada, que como dijo en su primer discurso “velará por todos los Mexicanos”. Pues bien, confiemos en que así será y que hoy por hoy, somos un pueblo que alza la voz y es escuchado.