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El FOMO, ¿qué es, y cómo aprender a (con)vivir con él?

Algunos queremos ser el alma de la fiesta en la oficina, otros de la empresa. Somos seres sociales, pero de ahí a castigarnos y sufrir por no ser ‘el ajonjolí de todos los moles’, la pena no la vale.
lun 19 febrero 2024 05:59 AM
Qué es el fomo y el foma
¿Cómo evitar otorgar toda la importancia a algo tan superficial, como aparecer en todas las publicaciones de nuestra empresa o nuestro círculo social? ¿Cómo cortar con la ansiedad que ocasiona ese sentido y necesidad de pertenecer?, cuestiona Verónica Salame.

Mis queridas y queridos lectores, aquí nuevamente su amiga cincuentona saludándoles.

En esta ocasión decidí compartir con ustedes un tema del que no se habla mucho, del que no hay suficiente información disponible, porque claramente se le subestima, pero que es de suma importancia tenerlo presente en plena era digital y de las redes sociales. El síndrome FOMO. Tal vez un nuevo término para ti, pero estoy segura que el concepto lo sabes.

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Una de esas patologías psicológicas tan antiguas como la sociedad misma, pero que con la llegada del internet han sido acuñadas y catalogadas ya con nombre y apellido. El ‘FOMO’, abreviatura del inglés fear of missing out; simple, el miedo a perderte de algo o de alguien. ¡Un tema viejísimo! que la mayoría (por no decir todas y todos) hemos experimentado, y que hoy en día las plataformas digitales lo han exacerbado a la ‘n’ potencia.

Para entenderlo mejor. ¿Qué tal cuando te pierdes de algún plan, porque se te complicó, porque no fuiste requerido(a) o simplemente porque no te dio la gana ir? Y se te ocurre entrar a las redes sociales sólo para encontrarte con el bombardeo de fotos y videos, de lo maravilloso (o “maravilloso”) que estuvo el evento de la empresa, del grupo de amigos o de la familia, y que al parecer ni siquiera hizo falta tu presencia para que se lo pasaran bomba. Adiós a la autoestima y tremenda bienvenida con bombo y platillo al sentimiento de invisibilidad, de no ser necesario, mucho menos indispensable. Autoflagelo.

Antes, en la época de las cavernas a la cual pertenezco, llegabas a la escuela, y sí, te sentías frito, excluido y fuera de lugar aquel día en el que único tema era la mejor fiesta del año, a la cual tú no habías asistido, pero no pasaba de ese día. Pero, ¿qué pasa en nuestra actualidad con las redes sociales? queda la evidencia de que tú no estuviste, que te la perdiste, ¡y peor aún! ahora a los medios sociales les dio por publicar un resumen de lo mejor de la semana, y para los que nos dedicamos a las relaciones públicas, influencers, socialites y un extenso etcétera, no aparecer en dichas compilaciones es como estar en el limbo del olvido.

Entonces, ¿cómo hacerle para no basar nuestra autoestima en la aceptación social? ¿Cómo evitar otorgar toda la importancia a algo tan superficial, como aparecer en todas las publicaciones de nuestra empresa o nuestro círculo social? ¿Cómo cortar con la ansiedad que ocasiona ese sentido y necesidad de pertenecer?

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Honestidad, fluir y movernos. Reconocer primero que es algo que la mayoría padecemos (como decía, todos), en diferentes niveles, en diversos ámbitos y en distinta intensidad. Algunos queremos ser el alma de la fiesta en la oficina, otros de la empresa, o del grupo de ex alumnos. Somos seres sociales, por supuesto, pero de ahí a castigarnos y sufrir por no ser ‘el ajonjolí de todos los moles’, la pena no la vale.

Te comparto mi solución, mi experiencia y mi punto de vista. Desde hace tiempo tomé la determinación de asistir a lo que realmente me es importante y únicamente ir a lo que quiero ir, estar en donde quiero estar; y si, desde la sinceridad, no puedo decir que ver las imágenes de lo que me perdí, sea prueba superada y no me genere un sentimiento de arrepentimiento tal vez, pero ahí voy en el caminito de no vivir de la aceptación, ni de los likes, ni de verme en todas partes. Cura para el FOMO no hay; controlarlo es responsabilidad de cada uno de nosotros.

Es un mal necesario de ser parte de las redes sociales. Nos leemos la próxima.

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Nota del editor: Verónica Salame (@Veronicasalame) es una activista social en pro de la igualdad de género, impulsora del proyecto MuXejeres. Miembro del Women International Zionist Organization (WIZO), ex presidenta de la mesa de consejo de Children International y directora de relaciones públicas de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE). Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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