Lo anterior podría derivar en miedo: a perder su empleo, a que se les asigne trabajos de menor importancia o simplemente temor al rechazo.
Otro reto laboral que afrontan las mujeres lesbianas es la falta de representación. A menudo hacen frente a la invisibilidad y la exclusión debido a la falta de mujeres LGBTQ+ en posiciones de liderazgo o en roles representativos en sus firmas.
En México, únicamente 38 % de los puestos de alta dirección están ocupados por mujeres, reveló el estudio “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad”, realizado por Grant Thornton.
Otro desafío que pueden vivir es tener mayores barreras para acceder a oportunidades laborales y recibir salarios equitativos. Los informes han demostrado que las mujeres LGBTQ+ ganan menos que sus contrapartes heterosexuales y que tienen menos probabilidades de ser promovidas. Y es que la cuestión de la inclusión no se define sólo en términos de moralidad, sino también en términos económicos.
Los avances sociales deben de ir de la mano de los beneficios económicos, el rol que pueden desempeñar las personas LGBTQ+ en el desarrollo de la región es clave en cualquier territorio. En este ámbito, América Latina y el Caribe tienen un potencial de desarrollo económico inmenso, en donde la inclusión se vuelve fundamental.