(Expansión Mujeres) - La inclusión es un tema cada vez más importante en nuestra sociedad, y es esencial en todos los ámbitos, incluyendo el laboral. Las organizaciones que promueven prácticas y políticas inclusivas no solo demuestran su compromiso con la diversidad y la igualdad, sino que también pueden ayudar a las mujeres con discapacidad a lograr una mayor calidad de vida y una mayor independencia.
Políticas inclusivas pueden mejorar calidad de vida de mujeres con discapacidad
Alrededor del mundo, muchas empresas ya integran herramientas de inclusión en sus sistemas laborales, y, para garantizar que estos esfuerzos vayan más allá de lo convencional , incorporan planes de beneficios más inclusivos y equitativos. La Encuesta Global de Diversidad, Equidad e Inclusión 2022 de Aon lo ejemplifica en algunos de sus resultados; 93% de las compañías encuestadas, apoyan y patrocinan iniciativas de DE&I, y a nivel mundial, existen cuatro temas prioritarios: desigualdad de ingresos por género, necesidades de salud con perspectiva de género, apoyo a la salud mental y ajustes en la atención de los trabajadores con discapacidades.
Sin embargo y pese a estos datos, las mujeres con discapacidad tienen dificultades para integrarse al mercado de trabajo, y cuando lo logran, afrontan disparidades en los procesos de contratación, de promoción, y de acceso a una formación profesional. No reciben igual remuneración por una misma labor, son víctimas de segregación ocupacional, y su intervención en las decisiones financieras es casi nula.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres discapacitadas tienen menos probabilidades de acceder a empleos que los hombres con similar condición y también enfrentan una brecha salarial significativa en comparación con sus pares masculinos y femeninos sin discapacidad. Las políticas inclusivas, como la adaptación de los lugares de trabajo para asegurar su accesibilidad y la formación del personal en estos temas, son fundamentales para cerrar esta brecha y apoyar la inclusión laboral de las mujeres físicamente limitadas.
Muchos de los obstáculos a vencer por quienes tienen alguna discapacidad se sustentan en prejuicios o creencias erróneas en torno a sus destrezas, lo que genera restricciones para obtener un empleo o capacitarse, porque se considera que no pueden desempeñar estas actividades; o bien, se les acota la solicitud de financiamientos, porque se piensa que no podrán pagarlos.
Por ello, es importante que las organizaciones ayuden a sus colaboradoras con discapacidad, no solo porque es lo correcto y justo, sino también porque es beneficioso para ambas partes. Al proporcionar adaptaciones y apoyo a estas mujeres, las organizaciones pueden mejorar la moral y la productividad de los empleados y generar un ambiente de trabajo más colaborativo y enriquecedor. Además, ellas pueden aportar una perspectiva única y valiosa a la organización, que puede ayudar a impulsar la innovación y el éxito empresarial.
La Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) propone algunas acciones que toda empresa inclusiva debe considerar:
1. Espacio físico
Las instalaciones físicas de cada centro de trabajo deben permitir a todas las personas el acceso en condiciones seguras, cómodas y de autonomía; siempre pensando en diseños creativos que permitan a las personas, con o sin discapacidad, desplazarse fácilmente dentro de las edificaciones y en sus alrededores.
2. Información y comunicación
Una empresa inclusiva muestra sus políticas mediante todos los elementos de información y comunicación posibles. Además de incluir un lenguaje de derechos humanos en los manuales, políticas y procedimientos, debe de incorporar en sus acciones de mercadeo imágenes y frases que evidencien la importancia que le dan a la diversidad.
3. Recursos tecnológicos
Aquellos equipos o productos que permiten a las personas con discapacidad aumentar, mantener o mejorar sus habilidades y promover su participación en todas las esferas de su vida como medida compensatoria para revertir sus limitaciones funcionales. Por ejemplo, las iluminaciones adecuadas, amplificadores y lectores de pantallas y dispositivos de emergencia accesibles, son algunas de las opciones que puede aprovechar la empresa para incorporar en forma plena a las personas con discapacidad en su fuerza laboral.
4. Administrativa
La gestión administrativa inclusiva permitirá a la empresa diseñar políticas de selección y reclutamiento de personal que eliminen las barreras que existen muchas veces en los procesos de contratación, como lo pueden ser entrevistas y baterías de pruebas que no son aptas para ser realizadas por todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidad.
Las empresas que ya tienen en sus filas a mujeres con alguna discapacidad física las catalogan como trabajadoras leales y estables, con baja tasa de rotación, ausentismo y accidentabilidad. Incluirlas no solo es la decisión correcta desde una perspectiva ética, sino que también es una inversión valiosa para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones.
Nota del editor: Patricia Barra es Head of Wealth LatAm Aon. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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