(Expansión) - Como cada tercer jueves de abril, este jueves 27 se conmemora el Día Internacional de las Niñas en las TIC, un día dedicado a alentar a niñas y jóvenes a orientar sus estudios y ser profesionistas dentro del campo de las TIC, parte de las disciplinas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), donde la tecnología, la informática y robótica son esenciales. De acuerdo con el CIMAD, en edades tempranas sólo el 9% de mujeres manifiesta interés en estudiar carreras STEAM, de ellas el 11% declara que el entorno escolar influye en su decisión.
¿Cómo incorporar a más niñas en carreras tecnológicas?
La perspectiva de género es sustancial, debemos buscar que los programas y actividades educativas atraigan por igual a alumnas que alumnos.
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Ya hemos hablado de los beneficios económicos, políticos y sociales de incluir a las mujeres en estas áreas, y de que es clave comenzar por identificar y ser conscientes de los motivos que contribuyen a que las niñas pierdan el interés en las STEAM. Llevamos tan sólo unas décadas en el mundo hablando de paridad y equidad de género y aún existen estereotipos. Esto comienza desde los dos centros formativos núcleo, la casa y las escuelas, donde se impacta en el desarrollo de las niñas mediante limitaciones por razones de género.
¿Qué pasa en términos de educación? En nuestro trabajo con centros educativos hemos notado que las niñas no están expuestas en su vida cotidiana a estas carreras y es clave poner el tema en la agenda. Por eso resulta fundamental mostrar referentes STEAM, la difusión equitativa de ejemplos de mujeres y hombres sobresalientes por igual permitirá que, paso a paso, más niñas y adolescentes lo vean dentro de su cotidianidad para que sean conscientes de todo su potencial.
Las y los docentes que forman a las niñas y niños de México son parte fundamental de la sociedad para replicar en la educación estas acciones. Así que incentivar acciones afirmativas permitirá evitar la réplica de estereotipos de género. Si bien son acciones que no resuelven el problema de raíz, ayudan a que el tema esté presente. Por ejemplo: promover que las niñas estén involucradas en los temas tecnológicos de forma explícita, hacer equipos de niñas que sean parte de la tecnología, darles roles de liderazgo específicamente a niñas para que sean conscientes de que son capaces de poder desarrollar este tipo de habilidades.
Entonces, estas acciones afirmativas y el poner en la mesa el tema puede ayudar mucho a que las y los docentes contribuyan a que dentro de esta enseñanza las niñas sepan que pueden participar en carreras STEAM relacionadas con la tecnología como las TIC’s.
Además, existe el factor emocional; que las niñas se sientan capaces de hacerlo también influye en su decisión. En este sentido las y los docentes de primera infancia necesitan asumir que niñas y niños tienen las mismas oportunidades para desarrollar competencias STEAM, y con base en ellas es posible distribuir roles equitativamente, de acuerdo con las capacidades de cada integrante, sin que el género sea un factor determinante.
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Compartir tus experiencias y estrategias con otros docentes permitirá que el impacto sea cada vez mayor. El papel de las y los directivos también es importante en este proceso, incluir estos temas contribuye a que el trabajo para el cambio sea colaborativo y brinde de inicio dos beneficios: llevar la educación básica en México a otro nivel y priorizar problemáticas que no eran de interés público e impactan directamente a las mujeres.
La perspectiva de género es sustancial, debemos buscar que los programas y actividades educativas atraigan por igual a alumnas que alumnos, el talento está repartido equitativamente en todas las regiones y contextos sociales; lo que no, son las oportunidades para desarrollarlo.
Necesitamos desarrollar el talento de todas las regiones de México sin importar su geografía. La visibilidad es un comienzo, aunque haya debates y distintas posiciones, el hecho de que el tema de la equidad e igualdad de género en términos de la tecnología esté presente, nos ayuda a encontrar poco a poco respuestas para que podamos tener acciones y actitudes concretas en las que desde la educación básica podamos aportar a que cada vez más niñas sean parte de la tecnología y de la ciencia.
Nota del editor: Ana Pro Alcántara es Coordinadora del área de Diseño Curricular y Líder de Proyectos en Fundación RobotiX. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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