Esto lo midió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) a través de la
Encuesta de Crecimiento Profesional #ConLupaDeGénero
en la que se captó la percepción de casi 1,600 personas, la mayoría de ellas con licenciatura y posgrado. En los resultados se refleja que las mujeres son tan ambiciosas como los hombres y están dispuestas a continuar su formación para avanzar en la ruta profesional. No obstante, para las mujeres con mayor demanda de cuidados es más difícil alcanzar sus aspiraciones.
La mitad de las madres, 51%, ha hecho una pausa en su carrera profesional por cuestiones personales, lo que disminuye a 44% para las casadas y a 25% para las solteras o sin hijos. En contraste, alrededor de 20% de los hombres también han hecho pausas. Sin embargo, esta proporción prácticamente se mantiene para los solteros, casados y padres. Es decir, para las mujeres –a diferencia de los hombres– el estado civil y la maternidad influyen en sus decisiones laborales y les puede frenar el ritmo de crecimiento que tenían antes de casarse o de convertirse en madres.
En la encuesta también se captó que casi ocho de cada 10 mujeres tomarían un puesto más alto que implique viajar. Sin embargo, esta proporción cae a casi seis de cada 10 madres. Tiene sentido, no es lo mismo buscar alternativas de cuidados para los hijos durante la jornada laboral que encontrar quién los cuide durante los días de ausencia. Más difícil aún si los viajes no se pueden programar con anticipación.
Y esto es solo un ejemplo, porque los cuidados van más allá de los hijos. Pensemos en adultos mayores, personas con discapacidad o pacientes con alguna enfermedad, entre otros.
Ante esta situación las empresas tienen un desafío para
crear las condiciones laborales
que permitan retener el talento de las mujeres y lograr que lleguen a puestos más altos. Acciones que no necesariamente implican costos elevados. Por ejemplo, las empresas podrían tener una política corporativa para que las negociaciones con clientes se hagan en desayunos o comidas, en vez de cenas y eventos en la noche. También se puede ofrecer cierta flexibilidad de horario y espacio para que tanto mujeres como hombres puedan jugar con sus agendas y combinar sus actividades laborales con las personales. Por último, las empresas pueden crear “rampas” o programas corporativos para atraer de regreso a las mujeres u hombres que abandonaron el mercado laboral por un tiempo.