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Soltera y sin hijes ¿te identificas con el estereotipo que las marcas muestran?

Quienes no somos madres solemos tener el personaje de egocéntricas o amargadas que preferimos la vida profesional por encima de la crianza, considera Adriana Castro.
mié 15 junio 2022 12:01 AM
Una mujer sentada en la sala de su casa está hojeando un libro mientras utiliza su IQOS.
Otro planteamiento que también lamentablemente se comunica es una dimensión binaria en la que se representa a quienes son solteras en términos de blanco o negro, todo o nada… feliz o infeliz, señala Adriana Castro.

(Expansión Mujeres) - Cada vez más a las personas nos interesa la responsabilidad social de las marcas que consumimos. Por eso la importancia de que a través de la comunicación las marcas y los medios busquen deconstruir estereotipos negativos y redefinan nuestra forma de entender el mundo.

En particular hablo por el segmento al que pertenezco: las mujeres sin hijes.

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Es común que los medios y las marcas enaltezcan el rol de la mujer… principalmente un arquetipo de mujer: la que está casada (siempre y cuando sea con un hombre) y tiene hijes.

Y para todas las que no entramos en ese arquetipo ¿cómo nos representan? tristemente nada bien.

Quienes no somos madres solemos tener el personaje de egocéntricas o amargadas que preferimos la vida profesional por encima de la crianza. También simbolizamos roles infantiles en los que ‘aún no hemos madurado’ y, motivo por el cual, no ejercemos la maternidad.

Pareciera que el estatus de completud solo se logra teniendo hijes y pareja.

Hace unos días platicaba con Camila Trombert, Directora de la Agencia Creativa Guoman y me comentaba que hay muchos estereotipos negativos.

Por ejemplo, si una mujer es soltera, significa que tiene un carácter difícil… es complicada. No puede ser una mujer buena onda. Algo malo debe tener… de otra forma estaría casada.

Otra idea común es que una mujer que no tiene hijes y tampoco quiere ser la mejor profesional -porque tampoco es tan competitiva- no debe salir en la foto. Porque al menos debería ser exitosa en el trabajo dado a que no tuvo hijes.

En otras palabras, una mujer sin hijes debe ser brillante en lo profesional para justificar su no maternidad.

Esta última idea resonó tanto en mi cabeza haciéndome pensar en cuántas veces no me he permitido descansar o tener momentos de ocio porque pienso que eso no es trascendente. Me exijo que debería estar enfocando mi energía a mi negocio y a mi crecimiento profesional ya que es lo único con lo que podría dejar un legado. Ay, no; yo solita haciéndome presa del estereotipo. Y yo que ya quería darme de alta de la terapia.

Otro planteamiento que también lamentablemente se comunica es una dimensión binaria en la que se representa a quienes son solteras en términos de blanco o negro, todo o nada… feliz o infeliz.

El otro extremo es que los medios presenten el estereotipo de la mujer, que si es soltera, debe ser extremadamente feliz, libre y sin problemas. Camila considera que debería naturalizarse que las mujeres solteras, aunque estén cómodas con su estatus, también es normal que tengan deseos de ir al cine con una pareja. No reducir el discurso a “ella eligió estar soltera, entonces no debe anhelar ningún aspecto de la vida en pareja”.

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E igual de válido es que siendo una mujer sin hijes por elección, al ver a tu mejor amiga feliz con su maternidad pienses “qué ganas me daría ser mamá”. Lo mismo para quien en su momento quiso ser mamá, no lo logró y ahora se siente en paz con eso. Si hay días en los que suspira cuando ve un bebé ¡está bien!, no significa que sea incongruente o hay un retroceso en ella. Es que en la vida no hay absolutos.

Pero pareciera que tuviéramos que cargar con el peso de nuestras decisiones a modo de castigo. Eso desnaturaliza que en algún momento podamos decir “me encantaría estar en este parque con dos hijes” o “estar en este restaurante con una pareja”. ¡Puede ser, se vale, no pasa nada!, dice Camila.

Pero, ¡ah, no! no tenemos la libertad de expresarlo porque nosotras elegimos ese rol. Así que para las solteras y sin hijes no hay “Departamento de quejas o añoranza”, porque la sociedad nos lo ‘advirtió’ y, aún así, nosotras lo elegimos.

Espera, respira. No hay que olvidar que somos humanas. La ambivalencia entre el querer y el deber es lo más normal en nuestra especie. Así que ayudará ser menos rígidas en nuestra manera de juzgarnos. Ser más flexibles y amables para acompañarnos en las decisiones que tomamos.

Y en lo que concierne a las marcas y los medios: sean sensibles a la inclusión, muestren un respeto a la diversidad humana y empatía hacia los diferentes tipos de mujeres que hay.

La visibilización de las diferentes identidades de las mujeres ofrece diversas posibilidades que merecen ser nombradas, reconocidas y que además, al ser incluidas en los medios, enriquecen los mensajes.

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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