En ella se revelan los niveles de bienestar y satisfacción de hombres y mujeres. Un dato que llamó mi atención es que las mujeres tenemos hasta un punto porcentual de menor satisfacción con la vida que el que viven los hombres.
Son varios los aspectos específicos que influyen en este resultado, pero uno de ellos está relacionado con nuestra libertad para decidir.
Se encontró que 7.7% de las mujeres declaró no tener libertad de decidir, pero en el caso de los hombres solo 4.4% reportó esta condición.
Comprendo que no tener libertad para decidir depende de múltiples factores. Sin embargo, ¿a ti te es fácil decidir? En caso de que no, te comparto algunas ideas que te ayudarán a que te sientas más cómoda al momento de hacerlo.
Dile adiós a los estereotipos
Hay quien afirma que nuestras decisiones únicamente las tomamos desde el corazón o a partir de nuestro estado hormonal. Esa es una visión muy simplista y ofensiva de nuestra capacidad de decisión como mujeres. Una buena manera de ir eliminando el estereotipo y que te sientas más segura al tomar una decisión es informarte.
La información es poder. Documentarte es una herramienta que te permite elegir, tener más certeza sobre el terreno que estás pisando y te da libertad para decidir. Ayuda para saber a dónde moverte y comprender cuál es la información que debes proveer. Estar informada no solo te ayuda a decidir, sino a alejarte de la indiferencia y a mantenerte involucrada con tu entorno.
Date permiso para equivocarte
Si al tomar una decisión sabes que se vale fallar, le quitas una presión enorme a la situación. No dejes que tu miedo al error te paralice porque entonces no llegará ningún cambio a tu vida. En relación al fracaso, hay un concepto que propone Leticia Gasca, fundadora de Fuckup Nights, que es “fracasar con consciencia”.
Es decir, no se trata de cometer error tras error. Lo menciono porque hay algunas emprendedoras que consideran que hay que fracasar rápido con la idea de que actuar ahora y pensar después acelera el proceso de fracaso y se evita la pérdida de tiempo. En palabras de Leticia: “en lugar de buscar un fracaso rápido, la manera de fracasar bien es hacerlo conscientemente”. Así que si al decidir cometiste un error pero lo hiciste consciente y aprendiste, significa que lo has hecho bien: estás un paso más cerca de alcanzar tu objetivo.
Reconcíliate con tu miedo
Cuando te enfrentas a la incertidumbre de no saber cuál será el resultado de tu decisión, es natural que sientas miedo. Sin embargo, ayuda prestar atención a la forma en que te explicas lo que estás sintiendo al decidir porque impacta en tu mentalidad y en tus relaciones. A esto se denomina "estilo explicativo" y es un hábito que influye en tu forma de entender la vida y en tu autoconcepto.
Por ejemplo, no es lo mismo decir “siento miedo por esta decisión porque no puedo fallar” que “con todo y mi miedo tomaré esta decisión… y si me equivoco, confío en que sabré cómo afrontar la consecuencia”.
Promueve el liderazgo de las mujeres
Haz espacio para que otras mujeres tomen decisiones y súmate a sus propuestas para que ellas también tengan la posibilidad de crecer. Formarás un círculo virtuoso. Mejor aún si creas espacios de mentoría dentro de tu empresa o en tus equipos de trabajo.