Cuando enunciamos la palabra sororidad, enseguida nos vienen a la mente imágenes de mujeres portando diseños en tonos violetas y que piden una sociedad de mejores oportunidades para todas. Basta recordar que tanto Kamala Harris, como Michelle Obama y Hillary Clinton usaron a manera de guiño a la lucha feminista esos tonos en su vestimenta a principios de este año, cuando Harris rindió juramento en el Capitolio de los Estados Unidos como primera vicepresidenta de Estados Unidos.
A pesar de que el término sororidad fue pronunciado a principios de siglo por Unamuno para referirse a esa hermandad que existe entre mujeres, fue hasta diciembre del 2018 que la
RAE
la incorporó a su diccionario como: “la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por el empoderamiento”.
Hoy la palabra sororidad resuena por todo el mundo. Y en especial, en estos días en los que se celebró el
Día Internacional de la Niña,
efeméride que nos sirve como punto de partida para pensar en el futuro que queremos para las mujeres que comienzan a abrirse el paso en un mundo que les impone retos tanto en la vida personal como en la laboral.
De acuerdo con
ONU Mujeres
, en el mundo hay más de 1,100 millones de niñas menores de 18 años que podrían convertirse en la generación más grande de mujeres líderes, emprendedoras y promotoras del cambio para el futuro si actuamos ya a favor de ellas. Niñas que bajo el lema
“Mi voz, nuestro futuro en común”
están reimaginando un mundo mejor en el que ellas son las protagonistas.
Hoy por hoy las niñas de todo el mundo se piensan como dirigentes del cambio social, aunque el camino que deben recorrer tiene por ahora más retos que vencer. En el mundo 1 de cada 4 de estas niñas de entre 15 y 19 años no recibe educación o capacitación; en comparación con 1 de cada 10 niños. Esto también se refleja en edades más avanzadas.
Según un análisis de la
Organización Mundial del Trabajo en 2021
, la crisis sanitaria causada por COVID-19 ahondó más en la desigualdad entre mujeres y hombres. En 2021 habrá 13 millones menos de mujeres empleadas con relación al 2019. Contrario a ello, los hombres sí recuperarán en 2021 el nivel de empleo que tenían antes de la pandemia.