¿Un ascenso? Por qué debes alzar la mano aunque no estés lista al 100%

De hecho, la última edición del informe de Grant Thornton 'Women in Inclusion Business 2021', señala que 26% de las personas que dirigen empresas son mujeres y que entonces aún hay un enorme 74% que es dominado por los hombres.

“Yo estoy convencida de que las vacantes deben ser cubiertas por talento, pero en igualdad de circunstancias. Por eso presento ternas bajo criterios de cuotas de género o con currículos ciegos para evitar la discriminación y, siempre que veo que una mujer es el perfil más apto, lo empujo. No siempre tienen todas las aptitudes que se requieren, pero si creo cumplen con por lo menos 80% de lo que se pide, siempre empujo sus perfiles”, dice la headhunter.

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Esta estrategia le ha asegurado que por lo menos 50% de las ocasiones en las que propone esos perfiles a sus clientes, luego de un trabajo de pruebas psicométricas y evaluación profesional, las candidatas son seleccionadas.

Para la directiva es válido que una mujer levante la mano para un puesto directivo siempre que esté interesada en el puesto, si creen que pueden aprehender y aprender todas las aptitudes que las faltan en un lapso considerable de adaptción.

Magda Rodríguez, terapeuta y docente del Instituto Mexicano de Psicooncología, explica que, el hecho de que muchas mujeres no se animen a aplicar a ese tipo de vacantes tiene que ver con el miedo al rechazo. “Muchos de esos miedos son frutos de heridas de la infancia o a lo largo de su desarrollo en la escuela, donde es el espacio en el que se supone que te preparas para lograr objetivos profesionales”, explica.

Apunta que, a diferencia de los hombres, a quienes poco se les fiscalizan o cuestionan sus errores o carencias, las exigencias para las mujeres son mayores, sobre todo para desempeñarse en una función que ha sido masculinizada por tantos años, como los puestos de dirección.

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Por ello, recomienda a las mujeres que, a pesar de sus dudas, se animen a aplicar a estos puestos siempre que sus valores personales coincidan con los de las empresas, cuando descubran que ese puesto les daría la oportunidad de hacer algo que les apasiona.

“Se pueden revisar los antecedentes de la empresa. Pero también buscar las necesidades del mercado para puestos similares, desde cuánto pagan hasta las tareas que tendría que resolver día a día”, recomienda.

Aviéntate, pero no sin una red de apoyo

Marta Forero, cofundadora y COO de UBITS, una startup de capacitación corporativa, recuerda que, mientras una mujer espera a estar lista, un hombre no lo hace y agarra la posición.

“Las mujeres tenemos una tendencia a ser autolimitadas: creemos que no podemos hacer algo porque no apreciamos nuestras habilidades en su justo valor. Por eso, a veces estamos menos dispuestas a correr riesgos, salirnos de la caja y a perseguir una oportunidad que se presenta", apunta. "Creer en lo que hacemos y en la preparación que tenemos es muy importante. Muchas veces, las mujeres esperan a estar listas al 100% para postularse a un puesto, mientras que los hombres no esperan y esa diferencia tiene un gran impacto en el largo plazo”, explica.

La especialista recomienda buscar a una mentora que ayude a crecer como persona y profesional, ya que quienes cuentan con este tipo de coaching tienen un mayor crecimiento profesional que las que no reciben ese tipo de apoyo y guía.

También, sostiene, hay que considerar que cualquier posición llega con preparación, estudio y esfuerzo. “Es nuestra responsabilidad como ejecutivos estar en constante evolución para poder no sólo llegar a estas posiciones sino volvernos buenos mentores de las personas que están iniciando”, dice respecto a la disposición de los tomadores y tomadoras de decisiones en la selección de perfiles profesionales.

Por su parte, Claudia Varela, experta a cargo del curso 'Empoderamiento femenino' de UBITS comparte algunos tips adicionales para que quienes se deciden a dar ese paso tengan las herramientas necesarias para asumir esa curva de aprendizaje, como la autogestión.

"Haz una lista de prioridades, no hagas las cosas sólo por darle gusto a otros, negocia tan bien para ti como lo haces para los demás. Una buena manera de autogestionarte es conocer y entender bien como está tu balance mente, cuerpo y alma. Es una triada perfecta que un líder debe tener en equilibrio. Así que, preocúpate por ti. Nunca vas a inspirar a nadie si no se ve en ti balance", dice.

Asimismo, recomienda no temer al conflicto, pues desde un inicio es necesario asentar tu posición. "Las líderes deben tomar decisiones que a veces son impopulares y deben tomar posición cuando sea necesario. Así que plantea tus argumentos para proteger los propósitos colectivos del equipo y lánzate a defenderlos, con respeto y con inteligencia".