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Los sesgos inconscientes que frenan el desarrollo profesional de las mujeres

Los prejuicios, los estereotipos, las dudas y el síndrome del impostor son obstáculos a los que las mujeres se enfrentan en su desarrollo profesional.
lun 22 marzo 2021 04:20 PM

Los prejuicios, los estereotipos, las dudas y el síndrome del impostor son obstáculos a los que las mujeres se enfrentan en su desarrollo profesional y comparten el mismo origen: los sesgos inconscientes.

Carlos Andrés Arango, consultor en equidad de género, mercado laboral y derechos humanos, los define como atajos mentales para denominar a una situación, persona o grupo.

“Los seres humanos definen a las personas, animales u objetos según lo que se ha enseñado o captado por las percepciones básicas como lo visto o escuchado, es decir, que se basan en prejuicios. Más que buenos o malos, son peligrosos y enemigos de la diversidad”, dijo en la plática ‘El camino a la diversidad’, que organizó BBVA.

Hay diferentes tipos de sesgos, señaló, sin embargo, los más comunes son el de afinidad, en el que las personas sienten mayor seguridad con personas que les resulten familiares o similares a sí mismos; el de belleza, que hace creer a la gente que ser hermoso es antónimo de ser inteligente y, por supuesto, el de género, que se basa en la creencia de que los hombres tienen mayores habilidades que las mujeres.

Y este fenómeno tiene mayor incidencia en sectores que por mucho tiempo fueron masculinizados acotando la presencia y participación de las mujeres, como el de la tecnología.

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“Hubo un momento de mi carrera en que tuve que trabajar en India. Su cultura es diferente. Cuando yo trabajaba ahí, además de ser la única o una de las pocas mujeres en mi equipo, mis compañeros nunca me daban la palabra. Cuando intentaba hablar, ellos alzaban su voz para no dejarme hablar, hasta que un día llevaban mucho tiempo discutiendo sobre un problema cuya solución yo conocía tuve que -literalmente- gritar para que me hicieran caso”, explicó Flor López, directora de HP, Guadalajara, en la Mesa redonda 'Mujeres líderes en HP'.

Arango señaló que cuando se eliminan los sesgos inconscientes, se da una mayor aceptación de la diversidad, se generan más oportunidades, y esto deriva en un mayor crecimiento económico y productividad.

Marianella Alvarado, directora de Operaciones de HP Costa Rica, también compartió su experiencia a raíz de estas ideas preconcebidas. “Cuando yo era estudiante, me enfoqué a aprender sobre mecánica. Cuando se lo dije a mi papá, quien se dedicaba a lo mismo, dijo que me apoyaría aunque el camino fuera difícil. Después me encontré con la electrónica y supe que quería dedicarme a eso. En la universidad elegí una ingeniería y al verme ahí, entre tantos hombres, sí me cuestioné si podría lograrlo”, contó.

En ese sentido, Arango advierte que a nivel corporativo las organizaciones aún tienen barreras inconscientes que obstaculizan la creación de un entorno diverso.

“Se deben destruir para lograr un ambiente laboral con equidad de género en el que las oportunidades sean igualitarias”, afirmó el consultor.

Asimismo, la terapeuta y docente Magda Rodríguez explicó, en entrevista, que los sesgos inconscientes surgen por las creencias que están arraigados desde cómo nos educaron.

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“Todavía hasta la generación de personas que tienen 40 años o más fueron educadas con ideas machistas, con una crianza que obligaba a las mujeres a atender a los hombres de la casa o a ocuparse de verse bien y ser amable”, dijo.

También considera que las expectativas que los padres o familiares pudieran tener de sus hijas e hijos determina muchas de las creencias y limitaciones de los mismos.

“Pensar cosas como que yo quería un niño porque ‘aguantan más’, ‘porque son más fuertes’ o las niñas son ‘más educadas y menos audaces’ puede crear estándares de calidad irreales y, a la larga, generar frustración por no cumplir los anhelos de los padres”, dijo.

Entre otras consecuencias, señaló que para las mujeres que van cumpliendo objetivos y llegando a nuevas y mejores posiciones, puede que no se disfrute llegar o la consecuencia de haber llegado debido a la autoexigencia, a la ansiedad, al estrés que sienten porque cada vez se exigen más para cumplir las expectativas que de ellas se tienen.

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¿Qué se puede hacer al respecto?


La psicóloga recomienda a las empresas actualizarse y sensibilizarse en términos de comunicación asertiva a través de capacitaciones periódicas a líderes y miembros de todos los equipos.

Y a nivel personal, es posible remediar estos sesgos inconscientes reflexionando sobre las cosas que no quieren hacer, decir, aceptar. “Ser complaciente o permitir los sesgos de las demás personas tiene que ver con el miedo al rechazo y a la humillación, heridas de la infancia. También con el hecho de que a los hombres se les ha dicho que aunque se equivoquen están bien”, dijo.

Por su parte, la consultora Elsevier recomienda hacer un esfuerzo consciente para que el proceso de toma de decisiones, ya sea de división de trabajo o de procesos de reclutamiento, suceda después de preguntarse varias veces si se consideraron opciones más diversas. Asimismo, ser abierto y estar atento a su propio sesgo inconsciente.

“Cuando lo notas, la mejor forma de abordarlo es cara a cara, afrontar directamente a la persona para señalar cómo el sesgo puede incidir en el proceso”, recomiendan.

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