Como psicóloga, experta en ciencia de la felicidad y dueña de mi propio negocio, hay algunas cosas que he aprendido y quiero ponerlas a tu disposición para que las incorpores, en caso de que las consideres de valor.
El tema de liderazgo es amplísimo, así que prefiero ser específica y centrarme en un contexto particular: cuando una mujer tiene a su cargo a otra y desea potenciar su desarrollo óptimo. Si ese es tu caso, sigue leyendo, tengo ideas para ti.
Existen tres componentes que motivan a las personas a lograr sus metas. Son necesidades psicológicas fundamentales que cuando son satisfechas generan felicidad.
Tu misión como líder es crear espacios en los que estos elementos estén presentes para que ella acelere sus posibilidades de logro.
Estos son los componentes que hay que fomentar:
1. Autonomía
Cuando una persona siente que es libre de elegir aumenta su motivación. La autonomía a la que me refiero no se enfoca en promover el individualismo sino en que ella desarrolle confianza para tomar decisiones.
En este sentido, puedes ayudarla ofreciendo tu apoyo para que se encargue de cada vez resolver más desafíos. Evita “cuidarla” tratando de resolver todo tú sin delegar nada. Además, ojo, cuando no delegas pasan dos cosas: te estresas al malabarear con más retos de los que puedes, además de comunicar el mensaje de que no confías en ella para que se haga cargo.
Hay que tomar riesgos calculados, así que si tiene poco tiempo en tu equipo habrá que estar cerca por si en sus elecciones se equivoca, la ayudes a identificar qué pasó y que encuentre la forma de corregirlo pronto. Esto requiere flexibilidad de tu parte.
2. Competencia
Genera espacios que permitan que ella se vuelva competente. No me refiero a que sea competitiva. De eso ya hay bastante y es agotador: estar compitiendo entre nosotras para ver quién es mejor.
Me refiero a que promuevas que ella aprenda habilidades y conocimientos que la vuelvan más capaz. Si se prepara, se sentirá más segura para tomar mejores decisiones.
Mckinsey (consultora estratégica global) en uno de sus estudios reporta que al ofrecerle un nuevo trabajo a un hombre, él lo acepta si cuenta con el 68% del conocimiento que se requiere. La mujer se espera a tener el 95% o hasta el 100% para aceptarlo.
Así que promover que sea competente no sólo tiene que ver con que se prepare, también se trata de ayudarla a sentirse cómoda en la incomodidad. ¿Cómo es esto? Sí, anímala a que se atreva a tomar retos aún si no cuenta con el suficiente conocimiento. Hay mujeres que se estancan tomando muchos cursos sin poner en práctica nada porque sienten que aún no saben lo suficiente.
Dicen que más vale ignorancia en fuego que conocimiento congelado, así que invítala a que, con todo y su miedo, tome acción.