Esta diferencia se profundiza por varias razones. En las posiciones de entrada, la mayoría de las empresas informan que las mujeres representan entre el 20% y el 40% de las plantillas, mientras que en puestos de alta dirección no superan el 30%.
Otra razón es la disparidad salarial significativa y persistente que afecta a las mujeres en todos los niveles de experiencia del sector. Entre el 26% y el 31% de las mujeres en puestos tecnológicos declararon ganar menos que sus contrapartes masculinas.
Es crucial recordar que la diversidad no es solo una cuestión de equidad; también es fundamental para la innovación. Los equipos diversos son más eficaces al generar ideas y crear productos que reflejen mejor las necesidades de una base de usuarios diversa. En el caso de México, es importante además considerar los bajos niveles de productividad actuales. Una posible solución parcial a este problema es aumentar la participación de la fuerza laboral femenina que está entre los 20 y 49 años, ya que este grupo se encuentra en niveles significativamente más bajos en comparación con las economías avanzadas.
Con una participación limitada de mujeres, el sector tecnológico no solo enfrenta una restricción de talento disponible, sino que también podría ver obstaculizada su capacidad de innovación al no aprovechar perspectivas y experiencias diversas, lo que podría afectar la calidad de sus productos finales.
Falta de políticas corporativas, obstáculos y los retos de México
La brecha salarial en el sector tecnológico podría deberse a la falta de políticas corporativas efectivas de equidad. En América Latina, solo una de cada cuatro grandes empresas cuenta con una política de equidad salarial bien establecida.
Además, existen numerosos obstáculos estructurales que perpetúan un ciclo: a medida que menos mujeres ascienden, hay menos modelos a seguir y menos vías visibles de crecimiento. Esto genera un entorno desalentador donde las mujeres pueden no ser consideradas para las oportunidades que surgen.
Enfocándonos en la realidad de México, en los puestos de alta gerencia, los hombres ganan un 20.5% más que las mujeres. Sin embargo, la diferencia más significativa se encuentra en los puestos intermedios, donde los hombres ganan aproximadamente un 59% más. En las posiciones iniciales, la diferencia es del 40%.
Otra diferencia en México se observa en las promociones y ascensos: el 38% de los hombres en puestos de alta gerencia recibieron una promoción en dos años, mientras que solo el 33% de las mujeres lo lograron. Además, tres de cada 10 mujeres informaron no haber recibido un ascenso, en comparación con el 12% de los hombres.
Para contrastar, en Brasil, las mujeres en dirección intermedia y alta reciben promociones más rápidamente. El 57% de las mujeres en alta dirección fueron promovidas, en promedio, en dos años, frente al 43% de los hombres. Asimismo, el 42% de las mujeres en dirección intermedia han sido promovidas en un año, en comparación con solo el 7% de los hombres.
La discusión sobre la equidad para las mujeres en la tecnología está lejos de concluir. Para lograr un cambio real, se necesitan soluciones integrales que garanticen la equidad y una auténtica progresión profesional, basadas en datos actualizados.