La longevidad es un fenómeno que ha capturado la atención de médicos, científicos y sociólogos por décadas. En un mundo donde las expectativas de vida continúan aumentando, las mujeres, en particular, suelen vivir más tiempo que los hombres. Actualmente en México existen más personas de 60 años que niños de menos de 5 años. Sin embargo, alcanzar una vida larga y saludable va más allá de la genética y los hábitos de vida; el bienestar financiero juega un papel crucial en la calidad de vida durante la vejez.
La longevidad en las mujeres. La importancia del bienestar financiero
A medida que las mujeres alcanzan edades avanzadas, también pueden enfrentar desafíos únicos. Aquí es donde el bienestar financiero juega un papel esencial.
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Estadísticas globales muestran que las mujeres tienden a vivir más que los hombres, una tendencia que se observa en la mayoría de las sociedades. Factores como la biología, los estilos de vida y el uso de servicios de salud contribuyen a esta diferencia. Las mujeres suelen tener menos probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas a una edad temprana y tienden a llevar estilos de vida que favorecen la salud, como una alimentación más equilibrada y una mayor propensión a buscar atención médica preventiva.
Sin embargo, a medida que las mujeres alcanzan edades avanzadas, también pueden enfrentar desafíos únicos. Aquí es donde el bienestar financiero juega un papel esencial.
El bienestar financiero se refiere a la salud económica de una persona y su capacidad para tomar decisiones que permitan mantener un nivel de vida deseado. Para las mujeres, un sólido bienestar financiero es fundamental en varias áreas:
1. Acceso a atención médica. A medida que envejecen, las mujeres pueden necesitar más atención médica. Tener un buen respaldo financiero permite el acceso a tratamientos, medicamentos y atención médica de calidad. Asimismo, el tema de prevención y bienestar no solo financiero sino emocional y mental puede prolongar la vida y mejorar la calidad de los años vividos.
2. Independencia y autonomía. La dependencia financiera puede limitar la autonomía de las mujeres mayores. Tener una buena estabilidad financiera les brinda la libertad de tomar decisiones que se alineen con sus deseos y necesidades, ya sea decidir dónde vivir, qué tipo de atención recibir o cómo disfrutar de su tiempo libre.
3. Prevención de la pobreza. Las mujeres son más propensas a enfrentar la pobreza en la vejez, muchas veces debido a interrupciones en sus carreras por la crianza de los hijos o el cuidado de familiares. Un buen manejo de sus finanzas a lo largo de la vida puede ayudar a prevenir situaciones de pobreza y proporcionar una mejor calidad de vida en la vejez.
4. Oportunidades para el bienestar. El bienestar financiero puede también abrir puertas a actividades que favorecen la salud mental y física, como viajes, clases de arte, ejercicio o pasatiempos. La participación en estas actividades también puede ayudar a combatir la soledad y el aislamiento.
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Pero, ¿cómo mejorar nuestro bienestar financiero? Es fundamental que las mujeres tomen un enfoque proactivo para mejorar su bienestar financiero a lo largo de su vida. Algunas estrategias efectivas incluyen:
- Educación financiera. Aprender sobre finanzas personales, ahorro e inversión es crucial. Existen numerosos recursos, desde talleres hasta libros y aplicaciones, que pueden ayudar a las mujeres a gestionar su dinero de manera efectiva.
- Planificación de la jubilación: Ahorrar para la jubilación desde una edad temprana puede marcar una gran diferencia. Es importante establecer metas de ahorro y explorar diferentes opciones de inversión. Revisar si en nuestras organizaciones podemos implementar un vehículo de ahorro, como una caja de ahorro o un plan de pensiones. Asimismo, conocer y entender las Reformas de Pensiones que han ocurrido en nuestro país, es fundamental.
- Construcción de una red de apoyo: Crear una red de apoyo que incluya a amigos, familiares y expertos financieros puede proporcionar consejos, aliento y recursos valiosos.
La longevidad en las mujeres es una realidad que, aunque inspiradora, también presenta desafíos únicos. La conexión entre una vida larga y un sólido bienestar financiero es innegable. Al empoderar a las mujeres con el conocimiento y las herramientas necesarias para alcanzar seguridad financiera, podemos contribuir a que no solo vivan más, sino que también disfruten de una vida plena y satisfactoria en la vejez. Es un paso crucial hacia un futuro donde la longevidad sea sinónimo de calidad de vida.
“Sólo vives una vez, pero si lo haces bien, con una es suficiente”, Mae West.
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Nota del editor: María Elena Zuria es subdirectora Wealth de Mercer México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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