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Autenticidad. Reflexiones sobre cuidado personal y mandatos de belleza impuestos

¿Actos cotidianos como maquillarnos, teñirnos el cabello o pintarnos las uñas son un reflejo de que estamos obedeciendo a mandatos de belleza? No necesariamente, señala Adriana Castro.
mié 14 junio 2023 06:05 AM
Autenticidad. Reflexiones sobre cuidado personal y mandatos de belleza impuestos
Encontrar la justa medida es un proceso individual y único. Lo más importante es escuchar y honrar tus propias necesidades y definir tu propio concepto de belleza y cuidado personal, señala Adriana Castro.

(Expansión Mujeres) - ¿Cuidas tu apariencia física por gusto propio o porque obedeces a mandatos de belleza impuestos y no te has dado cuenta? Eso me cuestioné después de escuchar una entrevista realizada a Esther Pineda G, una escritora que acuñó el término 'violencia estética' para visibilizar las presiones y formas de discriminación que experimentamos las mujeres para responder a los estándares de belleza imperantes y el impacto que tienen en nuestras vidas.

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Señala que la violencia estética tiene cuatro armas:

El sexismo, porque este tipo de violencia se ejerce principalmente en nosotras, las mujeres, a través de una exigencia de la belleza como un requisito imprescindible para definir la feminidad. También es racista porque los ideales que se han construido de la belleza han girado en torno a la blanquitud; así que las mujeres no-blancas, es decir, quienes han sido racializadas, sean indígenas o afrodescendientes, no forman parte del canon de belleza. La tercera arma es la gordofobia, porque el modelo de belleza imperante es la delgadez. Y la cuarta arma es la gerontofobia: el miedo irracional, exacerbado, a que nuestros cuerpos muestren el proceso de envejecimiento.

Pero entonces ¿actos cotidianos como maquillarnos, teñirnos el cabello o pintarnos las uñas son un reflejo de que estamos obedeciendo a mandatos de belleza? No necesariamente.

El problema es cuando los mandatos de belleza están tan interiorizados que no te permites ir a comprar el pan si no estás maquillada o decides no salir con tus amigas porque no te has teñido el cabello por temor a cómo van a reaccionar cuando te vean.

Otro temazo es si retocar una foto antes de publicarla es una señal de poca aceptación a ti misma.

Es importante tener en cuenta tus motivaciones detrás del retoque. Si lo haces porque te sientes presionada por cumplir con estándares irreales de belleza o para ocultar aspectos de ti misma que consideras "imperfectos" debido a la influencia de la violencia estética, entonces podría estar obedeciendo en cierta medida a dicho mandato.

La clave es la intención y la actitud hacia tu propia imagen. Si retocas una foto de manera consciente, buscando resaltar lo que consideras importante en la imagen sin caer en la presión de encajar en un ideal de belleza inalcanzable, entonces el retoque puede ser una elección personal legítima. No hay nada de malo en querer lucir lo mejor posible en las fotos que compartes, pero también es crucial que priorices tu autenticidad como persona.

Y ya que hablamos de redes sociales, quizá convenga hacer una depuración de a quiénes sigues. Si son personas que promueven mandatos de belleza perfeccionistas e inalcanzables, corres el riesgo de compararte constantemente y de sentirte insatisfecha con tu apariencia.

¿Qué tal seguir a quienes promueven la diversidad y la inclusión en términos de belleza? Personas que contribuyen a una representación más amplia y realista de cuerpos, características y estilos. Hacer esta depuración de tus modelos a seguir no implica desvalorizar a las personas, sino tomar decisiones conscientes sobre quiénes influyen en tu percepción de la belleza y elegir a quienes te inspiren a abrazar tu individualidad y a celebrar la diversidad.

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Encontrar la justa medida entre evitar ser esclavas de los mandatos de belleza y cuidar nuestra apariencia física puede ser un desafío en un entorno en donde a menudo se promueven estándares de belleza poco realistas. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo lograrlo:

1. Educa y desafía los estándares de belleza. Infórmate sobre los efectos negativos de los estándares de belleza poco realistas y cómo la industria de la moda y los medios de comunicación pueden contribuir a la violencia estética. Cuestiona y desafía los mensajes y las imágenes que te hacen sentir inadecuada o insatisfecha con tu apariencia.

2. Establece límites saludables. Aprende a establecer límites claros en tus relaciones y entorno para proteger tu bienestar. Esto puede incluir establecer límites con las expectativas de los demás sobre tu apariencia y aprender a decir "no" cuando algo no se alinea con tus valores o necesidades personales.

3. Adopta un enfoque holístico del autocuidado. El autocuidado no se limita a la apariencia física. Dedica tiempo y energía a cuidar tu salud mental, emocional y física en general. Esto puede incluir actividades como meditar, pasar tiempo con seres queridos, buscar apoyo emocional, alimentarte adecuadamente y hacer ejercicio.

Por cierto, hace poco leí un tuit de Elizabeth Davies (@thiswomanlifts) que decía “¿Haciendo ejercicio para tener “cuerpo de verano”? ¡Claro que no! Hago ejercicio para mi cuerpo de vieja: huesos duros, músculos fuertes, corazón sano, buen equilibrio, independencia de movilidad”.

Recuerda que encontrar la justa medida es un proceso individual y único. Lo más importante es escuchar y honrar tus propias necesidades y definir tu propio concepto de belleza y cuidado personal, alejándote de los estándares externos y promoviendo una relación positiva contigo misma.

Nota del editor: Adriana Castro es psicóloga y conferencista. Es fundadora de Call to Action: una comunidad online dirigida a mujeres sin hijos/as. Síguela en LinkedIn , Facebook y/o Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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