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Manejar el arte de las conversaciones difíciles: cómo abordarlas con confianza

Una de las habilidades más importantes para manejar conversaciones difíciles con confianza es la capacidad de escuchar activamente. Muestra interés genuino y evita interrumpir.
mar 16 mayo 2023 06:12 AM
(Obligatorio)
Tener conversaciones difíciles no es algo agradable, pero aprender a abordarlas ayudará a tu crecimiento personal y fortalecerá tus relaciones profesionales y personales, apunta Adriana Castro.

(Expansión Mujeres) - Las conversaciones difíciles son inevitables en la vida cotidiana. En el ámbito profesional, tarde o temprano nos enfrentaremos a situaciones que requieren abordar temas complicados. Sin embargo, muchas mujeres podemos sentirnos inseguras o temerosas a la hora de tener estas conversaciones.

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Así que aquí hay algunas recomendaciones prácticas para abordar con confianza e inteligencia emocional las conversaciones difíciles que se te presenten:

1. Prepárate adecuadamente: Antes de tener una conversación difícil, es importante que te prepares adecuadamente. Identifica claramente el propósito de la conversación. Recopila información relevante. Cuanto más preparada te sientas, más segura estarás al abordar la conversación.

2. Elige el momento, el lugar y la forma adecuada para llevar a cabo la conversación: La ubicación y el momento de la conversación pueden tener un impacto significativo en su resultado. Busca un entorno tranquilo y privado donde ambas partes se sientan cómodas para expresar sus pensamientos y emociones.

En relación a la forma, asegúrate de emplear palabras que describan los hechos. Posteriormente expresa de qué manera te sentiste ante ellos, pero evita emplear juicios o palabras totalitarias como “eres”, “pareces”, “siempre” o “nunca”. Estas palabras no suman y generalmente hacen que la otra persona se ponga a la defensiva.

3. Escucha activamente: Una de las habilidades más importantes para manejar conversaciones difíciles con confianza es la capacidad de escuchar activamente. Muestra interés genuino y evita interrumpir. Haz contacto visual: es una excelente manera de que la otra persona sepa que estás prestando atención.

4. Maneja tus emociones: Durante una conversación difícil es común que surjan emociones fuertes como el enojo, la frustración o el miedo. Sin embargo, es esencial mantener la calma. Todas las personas tenemos una parte impulsiva: pero piensa qué quieres lograr: ¿quieres ganar esta discusión o quieres mejorar el vínculo con la otra persona? Bueno, siendo honestas, quizá tú y ella nunca serán las mejores amigas pero si logran un buen acuerdo, podrían mantener una distancia cordial que les permitirá a ambas convivir de una manera aceptable. Porque ¿a poco no es agotador estar enojada con alguien que ves todos los días?

5. El último paso es importante y es común que a las mujeres nos cueste trabajo. Se trata de pedir exactamente lo que queremos. Sé clara y directa mencionando “me gustaría compartirte qué es lo que yo necesito y sería muy valioso que tú también lo hagas”. Decidan juntas a qué acuerdo llegarán para prevenir que esta situación se vuelva a repetir.

Veamos un ejemplo, imaginemos que Andrea trabaja en una empresa y ha notado que una compañera, Érika, ha estado tomando crédito por su trabajo y presentando sus ideas como propias en reuniones con el jefe. Andrea decide tener una conversación con Érika. Aquí está cómo puede manejar la situación con confianza:

Antes de la conversación, Ana se toma el tiempo para recopilar pruebas y evidencias (correos o documentos) que respalden sus afirmaciones.

Escoge el momento, lugar y la forma adecuada para conversar: Andrea decide solicitar una reunión privada con Érika para discutir el asunto. Incluso le comenta con anticipación a Érika cuál es el motivo para que ella esté en contexto, pero sin la finalidad de que se predisponga: “Me gustaría hablar contigo de algo que sucedió en la última junta”. Elige un momento en el que ambas estén libres de distracciones y selecciona una sala de reuniones privada.

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En cuanto a la forma de llevar a cabo la conversación, expresa su preocupación de una manera no confrontativa y se enfoca en los hechos observados, en lugar de atacar a Érika personalmente. "Érika, he notado que en las últimas semanas has estado presentando mis ideas en las reuniones con el jefe sin mencionar mi contribución. Esto me ha hecho sentir desvalorizada y me preocupa la falta de reconocimiento". (Observa cómo se limita a describir los hechos y expresa cómo esto la hace sentir).

Escucha activamente: Después de expresar su preocupación, Andrea permite que Érika comparta su perspectiva. Escucha atentamente sin interrumpirla, para comprender su punto de vista y sin pensar en cómo contradecirla.

Manejo emocional. Andrea expresa cómo se siente al no recibir reconocimiento por su trabajo. Así mismo, menciona que ella confía en que podrán llegar a un acuerdo para que esto no vuelva a suceder.

Señala las pruebas y busca una solución: Cuando es el momento adecuado, y si considera que esto suma, Andrea presenta las pruebas recopiladas que respaldan sus afirmaciones. Después plantea que su necesidad es trabajar en equipo y compartir los logros adecuadamente. Propone una solución que beneficie a ambas, como compartir el crédito de manera equitativa o mencionar a todos los involucrados en las presentaciones. Trabaja junto con Érika para encontrar una solución mutuamente satisfactoria.

Lo sé, tener conversaciones difíciles no es algo agradable, pero aprender a abordarlas ayudará a tu crecimiento personal y fortalecerá tus relaciones profesionales y personales.

Nota del editor: Adriana Castro es psicóloga y conferencista. Es fundadora de Call to Action: una comunidad online dirigida a mujeres sin hijos/as. Síguela en LinkedIn , Facebook y/o Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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