No olvidemos que ellas suelen ser las cuidadoras principales de sus hogares y comunidades, por lo que su bienestar influye directamente en el bienestar de sus familias y entornos.
En nuestro país, los principales problemas incluyen la falta de acceso, la violencia de género y la desigualdad económica y social, entre los que destacan:
1. Mortalidad materna. Según el documento "Mortalidad Materna en México: Informe 2021" publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 se registraron 710 defunciones maternas, lo que equivale a una tasa de 33.8 fallecimientos por cada 100,000 nacidos vivos.
2. Cáncer de mama y cervicouterino. De acuerdo con la Secretaría de Salud, son las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en México. La falta de acceso a programas de detección temprana y a tratamientos son algunos de los factores que contribuyen.
3. Violencia de género. La violencia de género es un problema importante en México, y afecta su entorno físico y mental, con un mayor riesgo de sufrir lesiones físicas, psicológicas, trastornos de ansiedad, depresión y enfermedades crónicas, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del Inegi.
4. Salud sexual y reproductiva. La falta de acceso a estos servicios contribuye a altas tasas de embarazo adolescente, infecciones de transmisión sexual y mortalidad materna, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).
5. Enfermedades crónicas. A decir de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), ellas tienen una alta prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad.
Por ello, el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres es una oportunidad importante para reafirmar el acceso a la salubridad como un derecho humano al que deben acceder sin restricciones de ninguna índole.
En este sentido, es fundamental que tanto el sector público como el privado trabajen juntos para garantizar que tengan acceso a atención médica de calidad, independientemente de su condición socioeconómica, raza, orientación sexual, identidad de género o cualquier otra característica que pueda generar desigualdades.