(Expansión Mujeres) - Cuando decidí estudiar Ciencia Política siempre tuve en mente trabajar por una sociedad más equitativa en la que todas las personas tuviéramos la oportunidad de vivir una vida digna.
Mujeres con discapacidad, interseccionalidad en México
Los números no mienten. Es un hecho que existe una gran brecha de género social y laboral a nivel global. Siendo la Directora de Operaciones de una empresa social donde el enfoque está puesto en las personas con discapacidad, no queda más que pensar en la interseccionalidad a diario. Aquí es donde hoy me siento con la responsabilidad de visibilizar las diferentes realidades dentro de la población con discapacidad y las características que podrían representar barreras adicionales. A eso me refiero cuando hablo de interseccionalidad, al hecho de enfrentarse a barreras que se suman: ser mujer, tener cierta edad, ser migrante, tener discapacidad, entre otras.
Las mujeres con discapacidad enfrentan mayores retos en la inclusión sociolaboral, y eso también es algo que vivo de cerca todos los días. Pero además de mi experiencia, estos datos existen y pueden verse en la encuesta (ELADis: Encuesta Latinoamericana sobre Discapacidad ), donde se refleja que el 73% de las personas con discapacidad está desempleada y la inmensa mayoría -más del 90%- busca empleo de forma activa. Y aunque el 92% afirmó que encuentra barreras para conseguir empleo, el 90% expresó interés en continuar capacitándose. Puntualmente para las mujeres con discapacidad, el desempleo es 17% mayor en comparación a los varones con discapacidad. Incluso pudimos distinguir una preferencia por el trabajo híbrido que da cuenta del tiempo dedicado a las tareas de cuidado que suelen recaer en las mujeres.
Esa brecha de género que se da en la población total, también existe entre las personas con discapacidad donde debemos sumar aún más barreras que impiden que hoy podamos hablar de equidad e inclusión como una realidad.
Uno de los principales desafíos que enfrentan las mujeres con discapacidad es el acceso a la educación. En muchos países, las oportunidades educativas para las mujeres con discapacidad son limitadas debido a la falta de infraestructura accesible y programas de educación inclusivos. Es aquí donde enfrentan grandes desafíos para la inclusión laboral, ya que muchas empresas buscan perfiles con mínimos requerimientos como licenciatura y que sean bilingües, aunque el puesto ofrecido no lo requiera para sus labores diarias.
Es una necesidad actual el hecho de potenciar el talento de las personas con discapacidad desde las capacitaciones. Encuentro en las empresas que buscan esos perfiles la oportunidad de generar un cambio y apostar por la inclusión, donde se comprometan en programas de capacitaciones, especialmente en el rubro tecnológico. Un rubro históricamente masculino en su mayoría, un rubro que tiene grandes oportunidades en mundo pos-pandemia. Cerrar la brecha de género en tecnología se da si se visibiliza y se abren espacios de capacitación para que las mujeres con discapacidad puedan capacitarse y acceder a oportunidades más equitativas.
Trabajar por un mundo más equitativo es labor de todos los sectores, y una deuda para con nuestra sociedad. Tenemos que buscar soluciones para que cada persona se sienta incluida, buscar espacios accesibles y cerrar la brecha sociolaboral a través de la concientización y educación de las verdaderas barreras que enfrentan las personas con discapacidad y cómo eliminarlas. La diversidad es una realidad y la inclusión es una decisión. Una decisión que nos pide hacer, y hacer urgente.
Nota del editor: Gabriela Garciadiego es Directora de operaciones de Incluyeme.com. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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