De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a nivel global son más niñas que niños las que se dedican a tareas domésticas. En el periodo que comprende de 2012 a 2016 —último registrado en la OIT con respecto al trabajo infantil— más de 26,000 niñas de entre cinco y 14 años realizaron trabajo doméstico, en comparación con 14,000 niños en ese mismo rango de edad. Esto es: por cada niño que realiza trabajo doméstico, hay 1.8 niñas que lo hacen.
En México, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019, el 5.6% de las niñas de entre cinco y 17 años llevan a cabo tareas domésticas en condiciones no adecuadas, es decir, durante horarios prolongados, en un medio insalubre o en lugares peligrosos. Los estados del país con mayor prevalencia de este problema son Oaxaca, Chiapas y Michoacán.
Aunque la UNESCO nos levanta el ánimo al señalar que en el mundo las tasas de matriculación en las escuelas primaria y secundaria se están acercando a la paridad —90% de los niños y 89% de las niñas van— las tasas de finalización de ellas son menores en los países de ingreso bajo, donde sólo el 63% de las alumnas de primaria completan ese nivel, en comparación con el 67% de los alumnos. En el caso de las tasas de finalización de la secundaria, la brecha es aún más considerable pues únicamente el 36% de ellas completa la secundaria, en comparación con el 44% de los varones.
En este panorama se interseccionan condiciones de vulnerabilidad como los usos y costumbres, roles y estereotipos de género, normalización de la violencia y desempleo de las y los responsables de crianza. No se justifica: las niñas sólo deberían —si quieren— jugar a la casita, no atenderla de verdad.
Si en la familia de Magali las tareas se dividieran con igualdad, probablemente seguiría inscrita en la escuela y entre todas y todos se ocuparían de las labores del hogar y de cuidado. Mientras eso no suceda, millones de niñas en el mundo sólo pueden soñar con un futuro prometedor detrás de la pila de trastes y quehaceres domésticos de los que son responsables.