De acuerdo con estudios realizados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se estima que los programas de detección temprana de CaMa y CaCu disminuyeron en promedio 85%, porcentaje que se considera muy similar en México. Adicional a esto, la ONU prevé que entre 13 y 51 millones de mujeres que utilizarían anticonceptivos modernos no podrán hacerlo, lo que podría derivar en 7 millones más de embarazos no planeados.
En nuestro país, anualmente se diagnostican 29,929 casos de cáncer de mama, lo que representa que una de cada tres mujeres recibe este diagnóstico (28% de todos los cánceres en mujeres); asimismo, se detectan 9,439 casos de cáncer cervicouterino que representa el 8.9% de acuerdo con los últimos estudios del Globocan 2020 realizados por la OMS.
Después de dos años, algunos procedimientos se han reactivado de manera más constante; no obstante, hasta el momento no se ha regresado a los porcentajes de detección oportuna que teníamos previo a la pandemia, mismo patrón que se observa en las clínicas de planificación familiar.
Hoy en día se habla del paso de COVID a una enfermedad endémica, lo que hace referencia a una afección persistente en nuestro entorno con picos de mayor presencia a lo largo del año como sucede con la influenza. Esto determina que debemos calendarizarnos o coordinarnos para programar, como una prioridad, los estudios de prevención de la salud e incentivar nuevamente a las personas a retomar sus prácticas de cuidado.
Para poder retomar estos cuidados para la salud recomendamos:
1. Realizar una citología vaginal (papanicolau) de manera anual hasta que se acumulen tres pruebas negativas técnicamente satisfactorias; posteriormente se recomienda cada dos o tres años.
2. El periodo óptimo para realizar el tamizaje de cáncer cervicouterino es dentro de los tres primeros años de la primera relación sexual o al cumplir 21 años.
3. Aplicar la vacuna del VPH, tanto para hombres como mujeres, preferentemente antes de iniciar su vida sexual activa.
4. Realizar una autoexploración mensual dentro de los primeros 7 a 10 días tras iniciar su ciclo menstrual (primer día de sangrado).
5. Adicional a la autoexploración, realizar un seguimiento clínico con su médico para analizar el riesgo que puede tener una mujer de contraer cáncer.
6. Realizar de manera anual un estudio de imagen para detección de cáncer de mama, en mujeres menores a 40 años correspondería un ultrasonido y en mayores de 40 una mastografía.
7. Aquellas que tienen mama densa (indicado en los estudios de mastografía) se recomienda un ultrasonido complementario ya que la detección de cáncer por mastografía en estas pacientes reduce hasta un 50 %.
8. Realizar ejercicio, así como evitar el consumo de tabaco y exceso de alcohol siguen siendo puntos clave en la prevención de cualquier cáncer.
9. En caso de que en este momento no estén utilizando un método anticonceptivo y no estén buscando activamente un embarazo, se recomienda buscar información sobre el tema y adoptar el método anticonceptivo de acuerdo a las necesidades, expectativas reproductivas y de salud.
10. Recordar que el preservativo es el único método anticonceptivo que puede evitar tanto el embarazo como enfermedades de transmisión sexual.