Hoy las tareas del trabajo, los hijos, la pareja, las labores del hogar y la vida social, ocupan la mayor parte de nuestro tiempo, y muchas veces llevar una alimentación saludable puede resultar imposible o complicado; sin embargo, comer adecuadamente puede ser mucho más fácil de lo que te imaginas, sin importar qué tan ajetreado esté tu día.
No esperes a que llegue el fin de año para mejorar tus hábitos, la clave para lograr tus metas a partir de hoy es muy sencilla y es ¡llevar un balance energético!
Cuando hablamos de balance energético, nos referimos a mantener un equilibrio entre las calorías que ingiero y las que gasto, pero ¿en qué las gastamos? En primer lugar, utilizamos esta energía proveniente de los alimentos y bebidas en el adecuado funcionamiento de nuestro organismo, también con la actividad física que realizamos y, por último, el proceso de la digestión requiere una parte importante de nuestra energía para llevarse a cabo.
Es indispensable que identifiques la cantidad de calorías que debes consumir en un día. Para poder calcularlo es importante que tomes en cuenta factores como tu edad, género, actividad física, composición corporal, entre otras cosas. Una vez que tengas el dato de cuántas calorías o energía requieres durante el día, podrás ir midiendo lo que ingieres, cuidando no exceder este número.
Tal vez en este punto te preguntes ¿cómo calcular exactamente las calorías que requiero?, ¿cuántas calorías tienen los alimentos que consumo? Detente un momento y sigue estos consejos para que, de manera muy sencilla, puedas mantener este balance sin necesidad de estar midiendo todo lo que comes.
1. Cuida lo que consumes durante todo el día, es decir, si ingeriste un desayuno pesado, procura durante la comida y la cena reducir la cantidad de lo que sirven en tu plato.
2. Evita comprar alimentos altos en azúcar, grasas saturadas y sodio, estos pueden darte la sensación de estar satisfecho al momento de consumirlos; sin embargo, es probable que al poco tiempo te dé hambre nuevamente.