Algunas acciones que sugiero por ser de bajo costo y alto impacto son:
1. Comunicación: para los empleados que han vivido un cambio en sus condiciones laborales, así como de razón social para la que prestan sus servicios, la comunicación se vuelve clave en el éxito de la aplicación de la regulación, teniendo como prioridad eliminar la incertidumbre y mantener la cercanía con los mismos.
2. Conocimiento y apreciación del paquete de prestaciones y beneficio otorgado por la empresa: es importante que nuestros colaboradores conozcan los detalles del mismo; las organizaciones invierten grandes cantidades en su recurso humano por lo que toma importancia que la comunicación sea asertiva.
3. Brindemos herramientas: es sabido que para nuestras colaboradoras no es fácil tener varios roles dentro de la familia, siendo uno de ellos el de proveer todo o parte de los recursos financieros. Hoy, tanto dentro de la empresa como en el mercado, hay herramientas que facilitan la administración de los recursos. Hacer de manera eficiente un presupuesto y seguimiento a sus metas financieras será algo muy valorado.
4. Conciencia y educación financiera: sin lugar a duda, contribuir a generarla tendrá impactos positivos para la organización y sus familias llegando a una cultura organizacional altamente valorada.
Aún hay un largo camino por recorrer tanto para las corporaciones como para las mujeres que contribuyen en la generación de valor, la sugerencia para las firmas es que enlacemos todos estos cambios a un plan de trabajo que tenga la finalidad de cumplir con la regulación, responder favorablemente ante retos actuales como es la pandemia y seguir siendo rentables.
Para las mujeres, vayamos más allá, por naturaleza podemos adaptarnos a los distintos roles (hijas, ejecutivas, madres, etc..) hoy más que nunca se requiere de esa adaptabilidad para formar equipos de alto rendimiento, proactivos y generadores de valor, a su vez identifiquemos y potencialicemos los beneficios que hoy tenemos en la organización.
Los cambios no son buenos ni malos, la interpretación se la damos cada uno de acuerdo a las oportunidades que vislumbramos a través de ellos. Hagamos el análisis necesario entre el antes y después, definamos un objetivo y elaboremos un plan de acción con metas claras y alcanzables a las que podamos dar seguimiento sencillo, lo importante es no dejar pasar las oportunidades que se presentan para mejorar la situación de nuestros colaboradores y la propia.
Nota del editor: Elia Gutiérrez es Consultor Senior en Mercer. Síguela en
LinkedIn
. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión