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Más inclusión a las mujeres sin hijos

En los espacios de trabajo casi nunca se habla sobre la situación en la que nos encontramos las mujeres sin hijos, no se considera su estado de ánimo, destaca Adriana Castro.
mié 02 junio 2021 12:03 AM

(Expansión Mujeres) - Junio es un mes en el que el colectivo LGBT nos da una lección sobre el valor de la unión para dar visibilidad a las personas de su comunidad, a fin de avanzar como sociedad y como comunidad de negocios en la inclusión de su colectivo en todos los ámbitos.

La Norma Mexicana 025 en Igualdad Laboral y No Discriminación es un mecanismo que precisamente favorece estrategias de inclusión, ya que reconoce a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, a fin de favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores.

Hay empresas que ya cuentan con una política de igualdad y no discriminación que prohíbe cualquier forma de maltrato, violencia y segregación de las autoridades del centro de trabajo hacia el personal y entre el personal.

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Desde mi perspectiva, no solo se trata de aceptar el derecho de todas las personas a sus creencias religiosas, opiniones políticas, tradiciones culturales y orientación sexual, sino también de respetar la personalidad de cada persona, sus elecciones y circunstancias de vida, incluidas las relacionadas con la procreación y, en consecuencia, la situación de una mujer en relación a su maternidad o no maternidad.

Quienes ejercen su maternidad llegan a vivir actos discriminatorios como el despido por embarazo, que lamentablemente se encuentra en el top ten de Denuncias ante el Conapred, (entre 2011 y 2020 se recibieron un total de 723 quejas por actos de discriminación relacionados con el despido por embarazo). Definitivamente debe detenerse la humillación, denigración, la agresión psicológica y física que enfrenta esta población por la única razón de haber decidido ejercer su derecho a la maternidad.

Pero ¿qué crees?, las que entramos en el estatus de no maternidad también necesitamos ser vistas. En este segmento hay varias categorías: las mujeres que aún no son madres pero piensan serlo más adelante, las que eligieron no tener hijos y las que sí deseábamos ser madres pero nuestras circunstancias nos lo impidieron.

En los espacios de trabajo casi nunca se habla sobre la situación en la que nos encontramos las mujeres sin hijos, no se considera su estado de ánimo y los asuntos personales y sociales con los que hay que lidiar a causa de la no maternidad voluntaria o involuntaria.

Hay quienes son objeto de una sobrecarga de trabajo, horas extras y menor flexibilidad en sus horarios porque, se asume que, al ser una mujer que no tiene hijos, pueden con más desafíos además de creer que difícilmente tienen una vida significativa fuera del trabajo.

Recuerdo una ocasión en la que impartí una conferencia dirigida a jóvenes de nivel secundaria y al finalizar se acercó una persona de mi equipo comentándome: “me asombra que hayas logrado conectar tan bien con los jóvenes y me da curiosidad saber de dónde sacaste inspiración para hablarles así, si eres una mujer sin hijos, porque mi motor son mis hijos pero ¿y tú?”. Me dolió mucho y no supe qué contestar.

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Hay estereotipos negativos como pensar que todas las mujeres que no tenemos hijos elegimos dar prioridad a nuestro trabajo por encima de ser madres. No es mi caso, pero si así fuera tendría que ser una decisión respetada. Lejos de ello y de manera injusta se nos ha llegado a colocar la etiqueta de “egoístas”.

Hay profesionales que por la industria a la que pertenecen experimentan más discriminación. Por ejemplo, existe el prejuicio de que quienes trabajan en la industria del cuidado infantil deberían tener hijos para ser consideradas capaces y dignas de confianza.

Incluso al solicitar vacaciones, una amiga me compartió lo excluida que se sintió por que sus compañeros de trabajo se reunieron para ponerse de acuerdo para ver quién solicitaría sus vacaciones en verano aprovechando que los niños no están en clases y cuando ella quiso incluirse en la planeación porque también quería visitar a su mejor amiga en esa temporada, la “invitaron a desistir” argumentando que en verano había que dar prioridad a quienes tenían hijos.

Es crucial para cualquier empresa darse cuenta de que una colaboradora valiosa es alguien que pone sus fortalezas al servicio de su cargo y eso no tiene nada que ver con que si es mamá o no. Según estadísticas mundiales, hay alrededor del 20% de personas sin hijos en el mundo y sigue creciendo.

Si eres una mujer que está a cargo del área de Recursos Humanos de tu empresa te invito a implementar medidas de nivelación a través de actividades y eventos enfocados exclusivamente a fomentar la igualdad y no discriminación, dirigidos al personal a fin de sensibilizar para que todas las mujeres sean tratadas por igual y se sientan aceptadas y apreciadas, independientemente de su situación con su maternidad o no maternidad.

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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