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Los riesgos psicosociales desde la perspectiva de la fuerza laboral femenina

Si no tenemos un buen control sobre nuestro trabajo, afectará sin duda a nuestras jornadas laborales, señala María Elena Zuria.
sáb 22 mayo 2021 12:00 AM

(Expansión Mujeres) - Uno de los fenómenos más frecuentes que lleva una tendencia en aumento desde hace algunos años es el riesgo psicosocial en el trabajo, el cual se vio intensificado por la actual pandemia del COVID-19.

La transición a trabajar desde casa, el encierro y continuar en funciones a deshoras han generado en miles de trabajadores un desbalance entre la vida laboral y personal, lo cual, aunado a las incertidumbres económicas y de mantenimiento del empleo, ha mermado su salud mental.

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A dos años de la implementación de la NOM-035, norma que tiene entre sus objetivos ser un canal y/o base para poder prevenir enfermedades relacionadas al estrés laboral, aumentar el liderazgo positivo, tener un entorno organizacional favorable e incrementar la productividad, podemos señalar que aún existen brechas por cubrir, dado que muchas organizaciones tuvieron que dar prioridad a estrategias y acciones que pudieran dar continuidad a sus negocios ante la crisis sanitaria, dejando de lado el seguimiento de dicha ley.

De igual manera, hemos dado poca visibilidad a los riesgos especiales que esta crisis presenta en términos de seguridad laboral para las mujeres. La tendencia del escenario actual nos muestra que los dominios con mayor amenaza en ellas son: falta de control sobre el trabajo, liderazgo, reconocimiento del desempeño, jornadas laborales, entre otros.

La pregunta aquí es, ¿qué nos deja y qué podemos hacer ante estas contingencias o retos dentro de nuestra organización?, ¿cómo las mujeres podemos modificar estos resultados, o bien qué acciones podríamos llevar a cabo al interior de las compañías?

Sin duda, en estos tiempos, el liderazgo es un factor clave y la realidad nos muestra que la proporción de las mujeres en altos puestos no ha cambiado, al contrario, pareciera haberse estancado, por ello será necesario replantear los esquemas de trabajo, así como las oportunidades de desarrollo de carrera.

Asimismo, no podemos dejar de ver que esta coyuntura laboral y sanitaria ha mermado el nivel de estabilidad de las mujeres y sus familias, lo que nos abre una serie de cuestionamientos: ¿qué tanto está afectando en el día a día de las mujeres y en el control de su labor? ¿Las dinámicas familiares estarán afectando en este tema? ¿Nos estamos organizando de manera adecuada para cubrir nuestros cargos en las jornadas acordadas? O bien, ¿nos sentimos reconocidas por todo lo que estamos realizando?

Considero que más allá de tener la respuesta a cada pregunta, primero debemos de reflexionar en cómo estos temas se interrelacionan entre sí. Si no tenemos un buen control sobre nuestro trabajo, afectará sin duda a nuestras jornadas laborales y podríamos percibir que no se nos está reconociendo, ya sea por nuestros líderes, compañeros de trabajo y/o la organización.

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De esta manera, comparto algunas acciones que podrían ser de utilidad para poder mejorar estas situaciones y mitigar o disminuir estos riesgos:

- Es importante que nosotras mismas respetemos nuestros propios tiempos: horarios de comida, así como inicio y fin de nuestra jornada laboral (sobre todo si estamos desde casa).

- Tener una comunicación clara y honesta con nuestros líderes en donde expresemos nuestro sentir, incluso si estamos rebasadas de actividades.

- Si nosotras tenemos a cargo equipos de trabajo, también fomentar esta comunicación y compartir con nuestros colegas nuestro día a día, para que desde la empatía comprendamos qué es lo que vive cada uno e incluso con esto generar un ambiente de respeto y reconocimiento.

- Generar canales de escucha, ya sea a través de sesiones con temas de interés para los colegas o incluso grupos de WhatsApp para compartir algunos artículos.

- Buscar tener sesiones o talleres enfocados en el bienestar emocional; las emociones juegan un papel fundamental para el buen desempeño del trabajo, aprender a reconocerlas y expresarlas ayudará al equipo a crear un clima favorable, así como identificar de manera oportuna condiciones que puedan poner en peligro la salud de los colaboradores.

- Buscar incentivos para reconocer a todo el personal; podría ser desde un día de descanso hasta el diseño e implementación de un proceso de gestión del desempeño robusto que responda a las necesidades de la organización.

- Y en temas de liderazgo, autoevaluarnos si nosotras somos líderes e identificar si necesitamos desarrollar algunas habilidades que nos permitan fortalecer en nuestro día a día con todos los cambios que ha generado esta pandemia. O bien, proponer en nuestra firma, que se lleven a cabo talleres para líderes digitales o líderes resilientes, entre otros temas.

Con el tema de la NOM-035, los aprendizajes que nos trajo la pandemia y las reformas laborales que se aprobaron en este 2021 (teletrabajo, subcontratación y sistema de pensiones), hoy más que nunca debemos de plantear estrategias alineadas y conectadas para garantizar el bienestar del negocio y de los empleados.

“Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no importa lo inteligente que seas, no vas a llega muy lejos”: Daniel Golema.

Nota del editor: María Elena Zuria es subdirectora Wealth de Mercer México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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